Hace 9 años | Por Jabiertzo a theguardian.com
Publicado hace 9 años por Jabiertzo a theguardian.com

"Tenía 23 años cuando caí en la cuenta de que podía ser una alcohólica. Era una fría mañana de febrero y estaba en un lavabo público al sur de Londres, vaciando vodka de marca blanca en una botella de agua vacía, para poder llevarla en mi bolso sin ser detectada. Mi rutina de mañana se centraba completamente en el alcohol y así fue durante dos años."

Comentarios

D

Después son los del Rock'n'Roll los alcohólicos...

D

Clasicos, rockeros, electronicos, latinos..... Somos todos musicos y profesionales de quemar el dinero sea como sea.
(Y en el articulo solo se habla del alcohol)

Jabiertzo

#2 Aquí menciona el consumo de un par de sustancias que tienen efectos sobre el sistema nervioso:

"I was prescribed strong beta blockers by my doctor, and as a precautionary measure supplemented the pills with vodka. It was a huge relief to put on my black dress and perform like my peers, without a tsunami of adrenaline threatening to wash me off the stage.

The progressive nature of alcoholism meant that all too quickly my propranolol and vodka cocktail stopped working. I turned to Valium. It took more and more to feel normal, and the panic attacks started coming all the time, even when I wasn't performing."

D

#5 Bueno, si, pero nada de cocaina, cristal, speed, cannabis...que son productos consumidos en el mundilo.

kalimochero

Eso nos ocurre también a algunos informáticos, muchos libreros y todos los políticos. ¿Algo nuevo?

D

No solo en la música, yo últimamente veo un despunte en el consumo de drogas que no veía desde hace ya muchos muchos años. Y no solo drogas síntesis, también alcohol, antidepresivos, ... (drogas legales).

Me recuerda al consumo de SOMA en el libro Un mundo feliz.

D

Y eso que no se habla de las orgias, un grupo de 40 personas que no paran de mover las manos no puede traer nada bueno.

D

#4 ¿Acaso son malas las orgías ?

D

#9 Las carga el femen, así que imagínate.

Brill

Esperaba un artículo amarillista en plan "Sexo, drogas y Mozart", pero no, es un artículo serio que habla de lo que la presión de tocar en público puede hacerle a algunos de los músicos.

Telita, no me esperaba que pudiera ser un tabajo tan estresante.