Cuando un bebé nace con Prader Willi, lo que pone en guardia a los neonatólogos es su poca fuerza muscular, tan poca que no pueden succionar, y aquí comienza la cruel ironía de este síndrome: no pueden alimentarse al principio y después el síntoma más llamativo es que van a tener hambre durante toda su vida y podían estar comiendo constantemente si les fuera posible.
Comentarios
Un poco desafortunada la explicación de la periodista
“ … se ha inaugurado una casa en Leganés para estos enfermos … “
Se podía decir de otro modo
#1 no entiendo, no son enfermos?
#0 Una casa sin neveras ni cocina para "los que no pueden dejar de comer": el Síndrome de Prader Willi
Una casa sin neveras ni cocina para "los que ...
lab.elmundo.esLa misma historia. Comida para gatos y cerrojos en la habitación y demás.. Un "la gente de Bart" que recuperan los pseudomedios cada verano.