Ochenta agentes rodearon el asentamiento, conocido como Cas Bunets (o Can Rova 2), para expulsar a sus inquilinos, entre los cuales hay ocho mujeres embarazadas y un bebé de un mes. Muchos de ellos ya fueron desalojados el verano pasado de las casetas donde malvivían pagando en negro a un casero pirata
|
etiquetas: ibiza , chabolismo , precariedad , vivienda , turismo