Hace escasas semanas, el gigante chino BYD presentó por todo lo alto su nueva Super e-Platform, una avanzada plataforma para coches eléctricos de última generación que, entre otras cosas, promete igualar la velocidad de carga con los tiempos de repostaje de los vehículos con motor de combustión interna, pues admite potencias de hasta 1.000 kW (es decir, 1 MW). De acuerdo con la compañía, los automóviles basados en esta arquitectura podrán recuperar 2 km de autonomía por segundo, así como 400 km en apenas 5 minutos.