Desde que cerró definitivamente en 2011, la escuela Arthur G. Dozier en la ciudad de Marianna (Florida) ha sido blanco de investigaciones y acusaciones. La última de ellas tuvo lugar cuando un grupo de trabajadores del Departamento de protección ambiental del estado encontraron por casualidad 27 tumbas que podrían pertenecer a alumnos del lugar. La escuela-reformatorio ya había sido señalada por enterrar a niños sin comunicárselo a la familia y sin documentar las razones.
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Algo harían.