Hay cosas que envejecen fatal, como los dibujos animados de nuestra infancia. Son lo contrario al buen vino y, además, te dejan un poco de resaca emocional al darte cuenta de que te has hecho mayor. En serio. Intentando ejercer mi papel de tía guay (intensita), eso que el marketing ha bautizado como PANK (las siglas en inglés de “tías profesionales sin hijos”), intenté descubrirle a mi sobrina los dibujos que me gustaban de pequeña. Un día busqué en Netflix D’Artacán y los tres mosqueperros.
Comentarios
#0 Medio AMI/AEDE, y uno de los más chungos que te puedas tirar a la cara.
#0 ni puto caso a #2 ni a #1
#0 Veo que llevas poco aquí, y estás meneando mucho AEDE. Mejor evitarlo, que esos medios no son bien recibidos en esta nuestra comunidad.
Estos son los medios a evitar:
Listado actualizado de medios AEDE (13/03/2018)
O más sencillo, mejor menear solo de blogs o medios exclusivamente digitales.
Dartañan y los 3 mosqueperros me daba verguenza ajena de niño, y ahora sé que tenía buen criterio.
Los dibujos de nuestra infancia eran lamentables, ñoños, azucarados y tomaban por tontos a los niños.
Alguien pensó que poniendole cara de animalitos a personajes de novelas clásicas ya cumplía el pliego de condiciones de ser "temática infantil + educativos".
#3 Creo que David el gnomo y La vuelta al mundo de Willy Fog, entre otros eran aceptables.