Hace 1 año | Por Arariel a elespanol.com
Publicado hace 1 año por Arariel a elespanol.com

A las dos de la tarde, bajo un sol infernal, y tras una marcha de unos 23 kilómetros desde Adrianópolis, una ciudad antigua ubicada al noroeste de Turquía, las legiones del emperador Valente avistaron al fin el círculo de carros que delimitaba el gran campamento bárbaro. El augusto del Imperio romano de Oriente estaba ansioso por infligir personalmente un severo correctivo a las tribus que llevaban años causando estragos en las fronteras del Danubio. Era el 9 de agosto de 378 y Roma estaba a punto de presenciar una de las mayores catástrofes bélicas de su historia.