Hace 1 año | Por Arariel a hyperbole.es
Publicado hace 1 año por Arariel a hyperbole.es

Es diciembre en Bruselas y espero el noventa y cinco para volver a casa. El frío cruje en las esquinas. Estoy fumándome un cigarrillo. En la acera de enfrente hay dos hombres. Uno de ellos se parece al actor Timothée Chalamet; hace contacto visual conmigo y me pide uno. Lleva unas botas roídas, su pelo está enmarañado en una trenza, gruesa. Tiene pinta de pirata – de menos de veinticinco años.