La belleza de la palabra
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En este asunto del amor...

En este asunto del amor...

En este asunto del amor, que a veces,

uno quisiera

que no acabara nunca de empezar,

parece que alguien dice:

“¿Dios es eternamente joven?”

Es tanta la alegría, que uno ignora

catástrofes y duelos.

Usted dice que sí a toda

la enorme y tan humana tontería.

Sólo hay un pensamiento,

sólo una idea sola

que es multitud, y uno quisiera

leerlo todo con los ojos cerrados

y no tener noticias de uno mismo,

ni recuerdos de nada ni de nadie;

un ágape de luces

a través de las horas inmortales.

Yo había puesto

encima de mi pecho,

un pequeño letrero que decía:

“Cerrado por demolición”.

Y aquí me tiene usted pintando las paredes,

abriendo las ventanas,

adornando la mesa con la flor amarilla

con que paga el otoño sus encantos.

Nadie te dijo, amor, que yo existía.

El amor es silvestre,

uno lo encuentra en todas partes;

en los días sin cielo,

en las tierras sin flores,

lo mismo en la mañana que en la tarde.

Autor: Carlos Pellicer

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Rostropovich

Rostropovich

Decía Rostropovich

que uno antes de tocar las Suites de Bach

debía pedir perdón.

Lo que hago es parecido cada vez

que deseo tocarte y tú me dejas:

pido perdón por todos los poemas

que escribí describiendo este momento.

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Otoño - Miguel Floriano

Si te pienso, otro tiempo

dormido se ilumina

en los rincones de noviembre.

«Mirad, pasan los días

igual que perros tristes»,

nos dijo aquella noche

de la que no regresaría

nunca más. Tantas veces

la vimos sonreír, vestirse

con la prisa de su deseo,

abrirnos el regalo de su inteligencia

o hablarle al mar, el disfrazado,

el siempre disfrazado.

Solía irse muy lejos

al despuntar el mes

en que la savia se envanece

pulsando las raíces,

delicado furor,

delgada voz del crecimiento.

Cerca, junto al camino,

por encima de un cúmulo

de ramas y hojas secas

han pasado unos niños

que persiguen a su madre

en un juego perenne.

Debajo está mi corazón.

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Poema - Madrid, metro, noche

Gente exhausta,

con la vista clavada

en el suelo, 

preguntándose por la vida,

la de verdad...

porque no puede ser

que sea solo eso...

Karmelo C. Iribarren

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Tiempo sin tiempo - Mario Benedetti

Preciso tiempo, necesito ese tiempo

que otros dejan abandonado

porque les sobra

o ya no saben qué hacer con él.

Tiempo,

en blanco, en rojo,

en verde.

Hasta en castaño oscuro,

No me importa el color,

Cándido tiempo,

que yo no puedo abrir y cerrar

como una puerta.

Tiempo para mirar un árbol, un farol.

Para andar por el filo del descanso.

Para pensar qué bien, hoy no es invierno.

Para morir un poco y nacer enseguida.

Y para darme cuenta.

Y para darme cuerda.

Preciso tiempo, el necesario

para chapotear unas horas en la vida,

y para investigar por qué estoy triste

y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo.

Tiempo para esconderme

en el canto de un gallo,

y para reaparecer en un relincho,

y para estar al día,

para estar a la noche.

Tiempo sin recato y sin reloj.

Vale decir preciso,

o sea necesito

digamos, me hace falta

tiempo sin tiempo.

Mario Benedetti

Poema recitado

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Poema - Esta vez, sí

Poema - Esta vez, sí

Ni el más leve atisbo

de emoción en sus ojos

esta tarde, al cruzarnos.

Me ha mirado

cómo te mira una pared vacía

donde no queda

nada, ni la sombra

de la huella de un cuadro.

Se ha perdido entre la gente…

Esta vez sí, para siempre.

Karmelo C. Iribarren



 

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Poema - Ars Magna

Poema - Ars Magna

Qué es la magia, preguntas,

en una habitación a oscuras.

Qué es la nada, preguntas,

saliendo de la habitación.

Y qué es un hombre saliendo de la nada,

y volviendo solo a la habitación.

Leopoldo María Panero

 

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Poema - Ingenuo

Creí que, como el mar,

una noche de verano,

tu sonrisa

me invitaba a sumergirme,

únicamente a mí,

en tus aguas profundas.

Pero salió la luna

y vi la playa llena

de exhaustos nadadores.

Karmelo C. Iribarren

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Sobre la felicidad

Pedí a los profesores que enseñan el sentido de la vida que me dijeran qué es la felicidad.

Fui a ver a los afamados ejecutivos que comandan el trabajo de miles de hombres.

Todos menearon la cabeza y me sonrieron como si yo tratase de engatusarlos.

Y un domingo por la tarde fui a pasear por la orilla del río Desplaines.

Y vi a un grupo de húngaros bajo los árboles, con sus mujeres y sus hijos, un barril de cerveza y un acordeón.

Carl Sandburg, Poemas de Chicago, La Poesía, Señor Hidalgo, Barcelona 2003, p. 47.

I ASKED professors who teach the meaning of life to tell

    me what is happiness.

And I went to famous executives who boss the work of

    thousands of men.

They all shook their heads and gave me a smile as though

    I was trying to fool with them

And then one Sunday afternoon I wandered out along

    the Desplaines river

And I saw a crowd of Hungarians under the trees with

    their women and children and a keg of beer and an

    accordion.

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Poema - Es inútil buscarlo

Es inútil buscarlo.

Cuando menos lo esperas,

aparece en un bar,

y ya nada

es igual en adelante.

Un día,

tocas los dientes de la gloria,

y al siguiente,

te rompe el corazón.

O no.

O quizás tienes suerte,

y solo acabas harto de la felicidad.

Karmelo Iribarren

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QUIERO que sepas una cosa - Pablo Neruda

Tú sabes cómo es esto:

si miro

la luna de cristal, la rama roja

del lento otoño en mi ventana,

si toco

junto al fuego

la impalpable ceniza

o el arrugado cuerpo de la leña,

todo me lleva a ti,

como si todo lo que existe,

aromas, luz, metales,

fueran pequeños barcos que navegan

hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,

si poco a poco dejas de quererme

dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto

me olvidas

no me busques,

que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco

el viento de banderas

que pasa por mi vida

y te decides

a dejarme a la orilla

del corazón en que tengo raíces,

piensa

que en ese día,

a esa hora

levantaré los brazos

y saldrán mis raíces

a buscar otra tierra.

Pero

si cada día,

cada hora

sientes que a mí estás destinada

con dulzura implacable.

Si cada día sube

una flor a tus labios a buscarme,

ay amor mío, ay mía,

en mí todo ese fuego se repite,

en mí nada se apaga ni se olvida,

mi amor se nutre de tu amor, amada,

y mientras vivas estará en tus brazos

sin salir de los míos.

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Poema - Estas cosas siempre suceden de repente

No pasa nada.

Ella está en un expreso

con dirección

a Barcelona, y yo aquí,

en mi mesa de trabajo,

escribiendo estos versos.

Hace apenas dos horas

que se ha ido.

Mañana charlaremos por teléfono.

Sobre la tele,

su espléndida sonrisa.

No pasa nada, como digo.

Y, de repente,

no sé qué hacer

con tanta soledad.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - Dos extraños

Cruzar cuatro palabras en un bar

y percibir al instante

que nada queda

de aquella vieja historia.

Que somos dos extraños, nada más.

Dos extraños

a los que la vida puso

en una esquina

el tiempo justo para engañarse un poco,

gozar también a veces,

e incluso prometerse irrealidades.

Dos extraños que esta noche se miran

con indiferencia,

o apenas ni se miran.

Que tienen prisa,

ganas de despedirse,

de volver a su mundo.

Y que ya ni se molestan en fingir.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - Por qué no

Esta noche, por lo que a mí respecta,

bien podría saltar

el mundo en mil pedazos.

Por qué no.

Y nosotros con él.

Acabar.

Echarle de una vez

-y para siempre-,

el telón a este teatro,

a esta absurda comedia.

Al menos,

tendría su razón de ser

otra cerveza.

Karmelo C. Iribarren

 

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Poema - Historia de mi muerte

Soñé la muerte y era muy sencillo:

Una hebra de seda me envolvía,

y cada beso tuyo,

con una vuelta menos me ceñía.

Y cada beso tuyo

era un día,

y el tiempo que mediaba entre dos besos,

una noche.

La muerte es muy sencilla.

Y poco a poco fue desenvolviéndose

la hebra fatal.

Ya no la retenía

sino por solo un cabo entre los dedos...

Cuando de pronto te pusiste fría,

y ya no me besaste...

Y solté el cabo, y se me fue la vida.

Leopoldo Lugones

Biografía

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Aullido, de Allen Ginsberg

Aullido, de Allen Ginsberg

Es uno de los poemas más emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX. Encumbró a su creador y al movimiento al que pertenecía, la generación Beat. Aquí puedes leer Aullido, de Allen Ginsberg.

AUDIO RELATO
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Poema - Vuelve a intentarlo

Poema - Vuelve a intentarlo

Esas mañanas de domingo

en invierno,

a primera hora:

las calles recién regadas,

el aire fresco,

limpio,

el olor a cruasán de las cafeterías,

la locura

de los pájaros...

Como si la vida

te dijese:

mira, aquí me tienes,

vuelve a intentarlo.

Karmelo C. Iribarren



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Poema del narcisista

Eso no sucedió.

Y si sucedió, no fue tan malo.

Y si lo fue, tampoco es para tanto.

Y si lo es, no tengo la culpa.

Y si la tengo, no era mi intención.

Y si lo era...

Te lo merecías.

That didn't happen.

And if it did, it wasn't that bad.

And if it was, that's not a big deal.

And if it is, that's not my fault.

And if it was, I didn't mean it.

And if I did...

You deserved it.

www.reddit.com/r/raisedbynarcissists/comments/4nymz1/a_narcissists_pra

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Poema - Envejecer

Envejecer tiene su gracia,

dijo el poeta.

Si es así,

yo me estoy perdiendo algo, porque yo

lo único que veo,

ahí delante,

es un lugar solitario, frío, triste,

como una pista de baile

abandonada.

Se han llevado

la música a otra calle

pero sigues escuchándola.

Y eso es casi lo peor.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Cumpleaños"

Yo lo noto: cómo me voy volviendo

menos cierto, confuso,

disolviéndome en el aire

cotidiano, burdo

jirón de mí, deshilachado

y roto por los puños.

Yo comprendo: he vivido

un año más, y eso es muy duro.

¡Mover el corazón todos los días

casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario

morirse muchas veces mucho.

Ángel González

Fuente

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Poema - "No es algo que yo elegí"

Nunca he sido

de plazas concurridas,

ni de odas

a los nuevos tiempos,

siempre me he visto

más cerca de las calles

solitarias

(y del mar al fondo,

esperándome

con las respuestas

que necesitaba).

No es algo

que yo elegí,

muy pronto me defraudó

la esperanza.

Y eso,

que apenas

esperé nada.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Se acabó el cuento"

Se acabó el cuento,

amigo, esto es la vida.

Todos los grandes sueños

con los que hasta ahora

te has entretenido, puedes

dejarlos a la entrada.

Aquí no sirven de nada.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Las cosas importantes"

Muy pronto serás viejo,

pero aún te quedan

unos años por vivir.

Y ahora ya sabes

cómo hacerlo:

sin prisa, paso a paso,

deteniéndote solo

ante las cosas importantes,

las que no tienen precio,

esas que estaban siempre ahí

y ni mirabas.

Eternas

hasta ayer mismo.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "El nuevo mundo"

Mirar el mundo

con estos ojos cansados

y extraer conclusiones de lo que veo,

puede que no sea justo.

No lo sé.

No es su culpa

que el hartazgo de mi mirada

se niegue a ver algo nuevo.

Ni es la mía

que -por nuevo-,

tenga que parecerme mejor.

Karmelo C. Iribarren

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El segundo advenimiento

El segundo advenimiento

Girando sin cesar en espiral creciente

el halcón no puede oír al halconero;

todo se derrumba, el centro no se sostiene;

la pura anarquía se desata sobre el mundo,

la marea turbia de sangre se desata y en todas partes

la ceremonia de la inocencia se ahoga;

los mejores carecen de convicción, y los peores

están llenos de apasionada intensidad.

Seguramente alguna revelación está próxima.

Seguramente está cercano el Segundo Advenimiento.

¡El Segundo Advenimiento! Apenas pronunciadas esas palabras

una vasta imagen que emerge del Spiritus Mundi

empaña mi visión: en algún lugar en las arenas del desierto

una figura con cuerpo de león y cabeza de hombre,

de mirada vacía y despiadada como el sol,

mueve sus lentos muslos, mientras alrededor

se ciernen las sombras de los indignadas pájaros del desierto.

La oscuridad cae de nuevo; pero ahora sé

que veinte siglos de pétreo sueño

fueron perturbados hasta la pesadilla por una cuna que se mece,

¿y qué tosca bestia, llegada al fin su hora

se arrastra hacia Belén para nacer?

William Butler Yeats

menéame