Publicado hace 8 años por --486877-- a nationalgeographic.com.es

El cerebro infantil necesita amor para desarrollarse. Lo que nos sucede en nuestro primer año de vida es determinante.
Pese a llevar milenios criando niños, apenas empezamos a entender los pasos de gigante que dan los bebés en cuanto a habilidades cognitivas, lingüísticas, de razonamiento y de planificación. El vertiginoso desarrollo que experimentan en sus primeros años coincide con la formación de una vasta malla de circuitos neuronales.