Bebidas azucaradas, galletas, bollería industrial, patatas fritas, precocinados, pizzas, yogures con sabor o cereales para desayunar. La evidencia científica ya ha hecho los deberes: la comida ultraprocesada mata. Los datos no mienten. La revista médica británica The Lancet dedicó hace no mucho un especial de tres artículos a este asunto, analizando datos procedentes de encuestas de 1990, 2000 y 2010. Alerta spoiler: España se encuentra entre los que más ha incrementado el consumo de ultraprocesados, triplicándolo en las últimas tres décadas.