La compañía anuncia su final tras meses de persecución y ahogada por las deudas. El sketch, representado el pasado verano, desencadenó una oleada de críticas, incluidos dirigentes de la Generalitat. La sala Periferia Cimarronas, que gestiona el teatro donde se presentó el sketch, ha anunciado su cierre a finales de enero, asfixiada por las deudas y porque la Administración le ha obligado a devolver subvenciones oficiales, al no haber llegado a programar el suficiente número de obras de teatro en catalán.