China se enfrenta a varios retos económicos y su gobierno desea que, por el bien común, la nueva generación de consumidores gaste más. Sin embargo, no está teniendo mucho éxito a la hora de convencerlos. Las autoridades afirman que el insuficiente consumo interno en gran parte de la sociedad está frenando el crecimiento, pero los recién graduados tienen más motivos que la mayoría para ser precavidos. El desempleo juvenil se ha mantenido cerca del 20% desde hace algún tiempo, quienes tienen trabajo temen perderlo y la persistente crisis.