El primer ministro de Hungría, el ultraderechista Viktor Orbán, ha vuelto a recordar a quienes celebren el Orgullo Gay en Budapest el sábado, evento prohibido por ley, que se enfrentarán a consecuencias. Ha dicho Orbán al llegar a la reunión del Consejo Europeo que "en Hungría todo el mundo puede reunirse porque somos un país civilizado" para dejar después una amenaza: "El derecho a la protección de los niños prevalece sobre las demás libertades, así que pedimos que no se acuda porque hay un sistema legal claro (...)