Cada diciembre vuelve a nuestras pantallas el Grinch, ese personaje verde, gruñón y atrincherado en su montaña. Observa desde lejos cómo el resto del mundo se deja llevar por luces, villancicos y entusiasmo colectivo. Nos recuerda que la Navidad no despierta las mismas emociones en todas las personas. Y que, bajo la superficie de una época idealizada que se nos muestra como luminosa, también aparecen tensiones, incomodidades y comportamientos poco amables.
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Porque eso podria amplificar las tensiones
Pero creo que afectaria a cualquier epoca del año si se aplicaaran esos factores.