Las emisiones chinas de CO2 bajaron un 1,6% interanual en el primer trimestre de 2025 y un 1% en los últimos 12 meses. La oferta de electricidad procedente de la nueva capacidad eólica, solar y nuclear bastó para recortar la producción de carbón. Mientras que la demanda de energía creció un 2,5% en conjunto, se produjo un descenso del 4,7% en la generación de energía térmica, principalmente carbón y gas. Si esta tendencia se confirma, China habría logrado ya en 2025 su objetivo declarado de alcanzar su pico de emisiones en 2030.
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