La petrolera canalizó fondos millonarios a la red Atlas Network en los años 90 y 2000 para exportar el negacionismo del cambio climático al Sur Global. Los documentos revelan conexiones directas con think tanks en Argentina que allanaron el camino ideológico para figuras como el presidente Javier Milei, conocido por su escepticismo ambiental y su afinidad con políticas ultraliberales. Según publica The Guardian, la organización estadounidense que agrupa a más de 500 think tanks de libre mercado fue diseñada para sabotear tratados climáticos.