Hace 1 año | Por los12monos
Publicado hace 1 año por los12monos

Comentarios

J.Kraken

#3 Pero tío, esto es buenísimo. Da para monólogo, o mejor todavía, para nuevo disco. Pillé los acrónimos. LOL.los12monoslos12monos brillan y formulan. Estableciendo nuevas leyes y unidades fundamentales.

J.Kraken

#0 Ereh un makina, killo. Me ha gustado. Una pregunta: una vez establecida la fórmula, que mola mucho, tenemos un problema con las unidades y con qué instrumentos medirlas. Que se te ocurre?

los12monos

#2 Pues no te creas que no se me ha pasado por la cabeza 😅
Dándole un par de vueltas más, ya que preguntas, creo que debería ser el HLC:

Que no te coge la tarjeta del metro: 0.2 HLC
Que el pedido de los chinos no te llega y ponen que no estabas en casa cuando sí estabas: 1 HLC
Que presentas una reclamación a consumo y tras más de un año no han resuelto: 1.5 HLC

Así a ojo, si quisieras hilar más fino creo que habría que medir la segregación de neurotransmisores y ponderarlo con el peso de la persona en una curva que puede que no sea lineal. Pero oye, que se lo midan a otro lol
A mí en todo caso que me midan su inverso, los DPMs, tal que (-1 HLC) = (1 DPM) y viceversa, (-1 DPM) = (1 HLC), podría hacer un excel 😂

Que vas con prisa y cuando llegas al andén viene el metro: 0.5 DPM
Que llegas a casa y justo te está picando el repartidor: 1 DPM
Que te echan del curro por quejarte de lo mal que van los sistemas pero a la semana hablas con un colega de allí y te comenta que no ha podido trabajar nadie porque los sistemas están caídos: 3 DPM

Si el balance del día arroja un DPM negativo (por lo tanto un HLC positivo) tal vez mejor no haberse levantado de la cama. Y si no hay expectativa de mejora conviene solicitar la preceptiva eutanasia pues la vida matemáticamente no saldría a cuenta.
Pero como decía en el texto, mejor moderar las expectativas porque si no... más posibilidades de acabar Hasta Los Cojones

C

Me gustó tu artículo, una mezcla de éticas clásicas, principios de aprendizaje y el papel de la publicidad, aderezado con un toque cómico y un regusto a dicha en el paladar. 
Las expectativas, enemigas de la ecuanimidad, siervas de su propia tiranía.