Publicado hace 6 años por Wramon a gentleman.elconfidencial.com

Aunque cambien los escenarios, la ancestral pasión por los guisos de-toda-la-vida permanece incólume. Tan es así que ni siquiera los gourmets más exquisitos, aquellos que acostumbran a vérselas con menús de tropecientos bocados de sabores inauditos y estética minimalista, son capaces de resistirse a una buena fabada.