Por primera vez, tras casi 2.000 años cerrado al público, el majestuoso Coliseo romano permite ahora que los visitantes recorran un corredor imperial hasta hoy oculto. Muy pocos sabían que, bajo la arena, existía un pasadizo secreto diseñado especialmente para que el mismísimo César pudiera entrar y salir sin ser visto. Emperadores como el excéntrico Cómodo se desplazaban sin ser vistos por el anfiteatro. El pasadizo ha sido bautizado como Pasaje Cómodo, en honor a este emperador romano que gobernó entre los años 180 y 192 d.C y que luchó...