¿No te avergüenzas de preocuparte de cómo tendrás las mayores riquezas, la mayor fama y los mayores honores, y, en cambio no te preocupas ni interesas por la inteligencia, la verdad y por cómo tu alma va a ser lo mejor posible?
Platón, Apología de Sócrates
“Muchas personas piensan que están pensando cuando simplemente están reorganizando sus prejuicios.”
Atribuida a William Fitzjames Oldham (1854 - 1937)
Cita original: "A great many people think they are thinking when they are merely rearranging their prejudices."
“El silencio es el grito más fuerte”.
La vida es bella
Vizenzo Cerami
"El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera, pero sufrir por propias culpas, esa es la pesadilla de la vida"
Oscar Wilde
“El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos, los caballos.”
"Si Jesucristo naciese hoy no sería cristiano."
"Un hombre es aceptado en la iglesia por lo cree y expulsado por lo que sabe."
"La Biblia es quizás la biografía más difamatoria que haya sido impresa nunca. Hace de Nerón un ángel de luz por contraste."
"No son esas partes de la Biblia que no puedo entender las que me molestan, son las partes que entiendo."
"Satanás no tiene ni uno solo ayudante asalariado; la oposición emplea a un millón."
"Dios hizo al hombre al final de la semana, cuando ya estaba cansado."
Fuente: @Diostuitero
"Por hipocresía llaman al negro moreno; trato a la usura; a la putería, casa; al barbero, sastre de barbas; y al mozo de mulas, gentilhombre del camino" (F. Quevedo, El mundo por de dentro")
“La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla en un amor de novela”.
Isabel Allende, La casa de los espíritus (1982)
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra.
Winston Churchill a Neville Chamberlain.
“Crecemos como bonsáis, torturados y podados y empequeñecidos por las circunstancias, las convenciones, los prejuicios culturales, los imperativos sociales, los traumas infantiles y las expectativas familiares.”
Rosa Montero, “La ridícula idea de no volver a verte” (2013)
Los grandes temas filosóficos sólo se dejan conquistar cuando se los trata como los hebreos a Jericó – yendo hacia ellos curvamente, en círculos concéntricos cada vez más estrechos e insinuantes. Por eso, todos los asuntos que toquemos, aun los que tengan un primer aspecto más bien literario, reaparecerán una y otra vez en círculos posteriores de radio más estrecho y exigente.
"La diferencia entre la estupidez y la genialidad es que la genialidad tiene sus límites".
Atribuida a Alexandre Dumas (Hijo, 1824 - 1895)
"Si te lo dijese todo de golpe, en un ataque freudiano de sinceridad, no solo no me creerías nada sino que además empezarías a mirarme como a un tipo seriamente peligroso. Mejor así. Mejor que sigas pensando que tengo mucha vida interior y que te aguardan momentos irrepetibles."
Karmelo C. Iribarren, Serie B (1998)
Si eres feliz en un sueño, ¿cuenta?
Arundhati Roy, El dios de las pequeñas cosas (1997)
“El amor de un solitario es lo más auténtico que puede haber. Él te ama por elección, no por compañía”.
Charles Bukowski
En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto a sus enemigos ya que, a sus prisioneros, no los mataba, si no que los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado, y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre.
En esa sala, les hacía formar en círculo y les decía:
– Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta. Detrás de esa puerta, YO LOS ESTARÉ ESPERANDO.
Todos elegían ser muertos por los arqueros.
Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano y le dijo:
– Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
– Dime, soldado.
– Señor, ¿qué hay detrás de esa puerta?
El rey contestó:
– Ve, y mira tú mismo.
El soldado abrió temerosamente la puerta, y a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y la luz invadió el ambiente. Finalmente, sorprendido, descubrió que la puerta se abría sobre un camino que conducía ¡a la LIBERTAD!
El soldado, embelesado, miró a su Rey, quien le dijo:
– Yo les daba la oportunidad de hacer una ELECCIÓN, ¡pero por temor preferían morir a arriesgarse a abrir esta puerta!
¿Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgar?
¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, sólo por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?
Autor desconocido
“Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes”.
Atribuida a Jorge Bucay
"Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse". Atribuida a Gabriel García Márquez
"El alma libre es rara, pero la reconoces cuando la ves, básicamente porque te sientes bien, muy bien, cuando estás cerca o con ellas".
Atribuida a Charles Bukowski
“Si aplasto y retuerzo a una mariposa no es un delito. Pero, si la mariposa pertenece a la colección de un millonario, entonces he cometido un delito.”
Diego Paszkowski, "Tesis sobre un homicidio"
“A veces es más fácil hablar solo que con alguien.”
Javier Ruescas, Pulsaciones (2013)
«En efecto, lo mismo que a los ojos de los murciélagos ciega la luz del día, lo mismo a la inteligencia de nuestra alma ciegan las cosas que tienen en sí mismas la más brillante evidencia».
"Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen".
Maquiavelo
“Cuando era pequeña, el padre le enseñó a jugar al ajedrez. Le había llamado la atención un movimiento que recibe el nombre de enroque: el jugador cambia en una sola jugada la posición de dos figuras; pone la torre junto al rey y desplaza al rey hacia la esquina, al lado del sitio que ocupaba la torre.
Aquel movimiento le había gustado: el enemigo concentra todo su esfuerzo en amenazar al rey y éste de pronto desaparece ante sus ojos; se va a vivir a otra parte.
Soñaba toda su vida con ese movimiento y soñaba con él, tanto más cuanto más cansada estaba.
Milan kundera, “La inmortalidad” (1990)
menéame