Integrantes del grupo de investigación en Comunicación e Interacción Humana de la Universidad de Oviedo y de la Asociación de familiares y de personas con autismo (ADANSI) han desarrollado una herramienta innovadora y no invasiva que podría cambiar el diagnóstico y pronóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA). A través del seguimiento ocular y de la inteligencia artificial, el nuevo sistema permite detectar de manera objetiva los indicadores de riesgo de TEA en bebés a partir de 9 meses, mucho antes que los métodos tradicionales.