Los efectos del estrés materno durante el embarazo pueden extenderse más allá del estado emocional inmediato. Un nuevo estudio publicado en Molecular Psychiatry revela que el estrés percibido por la madre en el tercer trimestre del embarazo produce alteraciones medibles en el perfil molecular de los recién nacidos. Estas modificaciones no solo son detectables al nacer, sino que difieren notablemente entre niños y niñas.
Fuente:
www.nature.com/articles/s41380-025-03011-2