Samsung, uno de los más importantes fabricantes de baterías para coches eléctricos (tiene a BMW, Stellantis o Rivian entre sus clientes) avanza hacia la comercialización de su batería de estado sólido. Con una autonomía de 1.000 km y una vida útil de 20 años, podría revolucionar el sector de los vehículos eléctricos. Con su impresionante autonomía y su recarga ultrarrápida, supera las prestaciones de las baterías actuales. Sin embargo, su coste sigue siendo un obstáculo para su adopción masiva a corto plazo.