Hace 1 año | Por themarquesito
Publicado hace 1 año por themarquesito

Comentarios

themarquesito

verdaderofalsoverdaderofalsoPasaPolloPasaPolloMiguelDeUnamanoMiguelDeUnamano
Me había quedado con ganas de darle un poco de forma a mis pensamientos sobre el GOP

PasaPollo

#1 Buenísimo artículo. Lo que no termino de explicarme, y desde una perspectiva constitucionalista continental, es la inhibición del Tribunal Supremo. Es decir... ¿hablamos del mismo Tribunal Supremo que se arrogó la potestad única de interpretación vinculante constitucional? ¿Cómo demonios la circunscripción electoral no va a ser objeto de revisión constitucional? Porque entiendo que su Constitución no es tan clara como la nuestra, que deja muy claro que es la provincia.

Algo se me escapa, y/o están completamente locos.

themarquesito

#4 Sería peor que inhibirse, sería fallar que ni los jueces federales ni estatales tienen potestad de declarar la inconstitucional o contrario a derecho un tipo concreto de acto administrativo. Poco más o menos que equivaldría a liquidar parcialmente Marbury v Madison para materia electoral, argumentando que en materia electoral la sola potestad normativa corresponde al legislativo estatal, sin posibilidad de corrección.
La Teoría de la Legislatura Independiente depende de poder crujirse los checks and balances en cuanto a funcionamiento electoral. Por alguna razón me estoy imaginando a Neil Gorsuch dejando por escrito que "la legislación no ha de proceder de los estrados" (legislation should not come from the bench), sin percibir la ironía ni descojonarse.

Verdaderofalso

Ahora el Asalto será legal, con jueces del Supremo de su parte legislando, no tienen nada que temer para sacar adelante sus propuestas más radicales 

themarquesito

#2 Exactamente. El asalto al Capitolio ahora lo están llevando a cabo desde dentro.

Kamillerix

Excelente aporte, aclara algo del jodidamente intrincado sistema electoral estadounidense, muy anclado en sus fuentes... de siglo XVIII

Caminito llevamos con la "modélica" del 78.

devilinside

Mis seises, caballero

Jakeukalane

Cuento del pastor mentiroso*