¿No hacer click en la publicidad? Un error

En este tema, como en otros muchos, a medida se nos olvida una de las partes que componen el sistema, y tomamos decisiones que acaban resultando lesivas contra nosotros mismos y contra la parte que menos nos estorba. Me explico:

La publicidad tiene tres agentes: el cliente que la ve, el editor, o página web (en este caso) que la muestra, y el anunciante que la paga.

Cuando instalamos un sistema contra la publicidad nos estamos beneficiando nosotros (no nos dan el coñazo) y perjudicando al editor, o sea, al medio que por la razón que sea, suscita nuestro interés. El anunciante permanecer neutral o resulta beneficiado, pues no paga por clics de personas que en realidad no son sus clientes potenciales ni van a pagar sus productos.

En el caso en que no instalemos ningún Adblock pero no hagamos clic en la publicidad estamos ante el mismo escenario, con la diferencia de que sufrimos la molestia a cambio de que el medio que nos interesa reciba unos pequeños, mínimos ingresos.

El interesante, para mí, es el tercer caso: cuando hacemos clic masivamente en anuncios que ni nos interesan ni nos van a vender nada. En ese caso, perdemos una pequeña cantidad de tiempo y sufrimos una leve molestia, pero conseguimos:

-Que los rastreadores de publicidad, que almacenan nuestra información personal por los siglos de los siglos, no tengan ni idea de quienes somos, proque lo mismo nos interesa un martillo que un Iphone, lo mismo una página de citas que una edición de la Biblia. Parece un contrasentido, pero ganamos en privacidad.

-Que el medio que nos interesa reciba unos buenos ingresos, incentivando su mejora o contribuyendo a su permanencia. Apoyamos a los que nos dan algo.

-Hacemos que el anunciante pague una jugosa cantidad por cada click, causándole un quebranto importante, al consumir su presupuesto con clientes que no van a comprar nada. Le estamos costando dinero, y si somos muchos, el golpe puede ser de consideración Contraatacamos contra el causante de la molestia.

Visto así, ya me contaréis en qué consiste el verdadero activismo digital. ¿En poner un bloqueador? Para nada. En pinchar como posesos en dos o tres docenas de anuncios, como poco, diariamente. Cuanto más raros, mejor. Cuanto más caros, mejor...

Del precio ya hablamos otro día.