Hace 2 años | Por B...
Publicado hace 2 años por B...

Comentarios

D

Jamás entenderé otra posición que no sea la regularización de la prostitución. No vas a acabar con ella por prohibirla, por mucho que lo desees muy fuerte. Es un negocio que da demasiado dinero y no pide grandes requisitos para entrar en él. Simplemente no hay forma realista de evitarlo, por más que pese en la mente de los abolicionistas.

Y lo de quitar los carteles de las mujeres y dejar el resto... A mí ya me entra la risa lol

El_Cucaracho

#0 Por tanto, que no os engañen más, esto no va de preocuparse por las prostitutas, esto va de ¿queremos institucionalizar la satisfacción de la sexualidad masculina?, es decir, de intentar controlar la sexualidad, como se ha hecho siempre a lo largo de la historia. En otras palabras: el sexo tiene un valor, especialmente para el hombre que es al que le cuesta conseguirlo, por eso, hay que intentar evitar que haya mujeres que vendan sexo (aunque sea de una manera libre y voluntaria) e intentar evitar que haya hombres que lo demanden. Probablemente, este tipo de personas son las que llamen “putas” a las mujeres que tienen muchas parejas sexuales, porque son mujeres que “regalan sexo”.

En eso se basa todo, el control del sexo como valor, ya se desde posiciones puritanas-religiosas o feministras-abolicionistas, es lo mismo.
El sexo en nuestra sociedad no se "regala" sino todo lo contrario, suele salir bastante caro. Que otra mujer que "venda su cuerpo" o "que se cosifique como mujer" les hace perder la posición que tienen.
La mejor deficinición que encontré es que son la "OPEP del coño"

D

Celebro que un ayuntamiento se manifieste en contra siempre que vaya acompañado de ayudas a las personas que tienen que recurrir a ella...

B...

#1 Yo no celebro que un ayuntamiento criminalice a clientes y a prostitutas. Un ayuntamiento no ha de posicionarse moralmente ni a favor ni en contra de la prostitución, no le corresponde. Le corresponde, como tú dices, ofrecer alternativas, atacar a las mafias..., pero no hacer la campaña vomitiva que hace.