Por los últimos 3 años, uno de los mayores superyates de lujo ha permanecido amarrado en el puerto de Marmaris, Turquía, ante la amenaza de incautación por el bloqueo a activos financieros rusos por la guerra de Ucrania. El Eclipse, de Roman Abramovich, no solo destaca por sus dimensiones, sino por sus impresionantes consumos: han tenido que mantener el motor en marcha porque no podían apagar el aire acondicionado, para evitar daños en sus lujosos interiores: que sus maderas nobles y lujosos acabados se deterioren por la humedad y el salitre.