Una mujer que padece una sintomatología de insomnio, irritabilidad, problemas digestivos y convulsiones recibiría hoy un diagnóstico muy diferente al que obtendría en el siglo XIX. En plena época victoriana, la histeria era la “enfermedad de las mujeres” por excelencia, un trastorno tan misterioso como carente de fundamento científico.
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etiquetas: histeria , mujeres , enfermedad
Flojito y descaradamente publicitario.