Previamente: Movida en el bar y más movidas
Ayer se pasó el encargao por el bar. Hemos estado con él un buen rato.
Andábamos ya tarde discutiendo de nuestras cosas y cuando apareció. Se hizo el silencio.
Explicó que como dijo en la nota, aunque parezca sencillo, el barco es difícil de gobernar, ya que hay más socios aparte del que insulta y el que anduvo por el puticlú. De hecho el primero está en el cobertizo de pladur, se le oye con unos pocos cuchicheando.
Hace tiempo que intentaron meter como unas tragaperras con inteligencia artificial, o algo, que sabían jugar al poker, pero ocupaban sitio, hacían ruido y algunos nos quejamos. Hasta el encargao nos dio la razón y las apagamos.
Bueno, pues nos ha comentado que está triste porque teníamos razón. Alguno de los dueños, no está muy claro quién, quiere llenar esto de tragaperras de poker. Parece ser el de los rumores, que intentó algo parecido pero le salió muy mal y fue el hazmerreir. Al encargao parece que no le gusta éso, que vino porque sabe de bodegas y de bares. Además metieron las primeras maquinas sin consultarle pero donde manda capitán...
El dueño de cuando en cuando sacaba la cabeza del cobertizo y decía: "estoy al 200%", "te quiero tío"... Pero luego se metía y seguía con sus: "hienaaaa, monoooos, no os oigooooo"
Algunos decían: "si aquí venimos al mus", "hay que hacer una sociedad", "mi primo tiene un bar", el que habla mucho: "hagamos uno, yo de jefe, que soy abogao".
En fin. Nos hemos quedado tristes pero lo hemos apoyado. En el fondo es como si fuera nuestro bar y nos da pena que se convierta en una sala llena de máquinas sin alma, sólo por el vil metal.
Ver también: El encargao