Respecto al cuento de "debió haber un dios que lo creara todo" ...

Hagamos una distinción entre dos preguntas, ambas relacionadas con la "existencia", pero con una orientación diferente entre ellas: una es "¿por qué existe lo que existe, en vez de existir otras cosas? (es decir, ¿por qué las cosas que existen son como son, en vez de ser de otra manera? ¿por qué el universo funciona y se presenta así?)"; y la otra es "¿por qué existe algo? (es decir, ¿por qué hay algo en vez de nada?)".

En esta nota inicial, vamos a centrarnos brevemente en la segunda pregunta ("¿por qué existe algo en vez de nada?").

Esta pregunta ni siquiera es una pregunta, ni siquiera tiene sentido. Es tan absurda, que ni siquiera la religión se atreve a inventarle una respuesta. Pero antes de explicar por qué la religión tampoco le da una respuesta, vamos a ver brevemente por qué la pregunta no tiene sentido.

El argumento es sencillo. Digamos que las cosas que existen tienen la propiedad de "existir". Si existiera una "causa primera" que fuera creadora de las cosas que tienen la propiedad de "existir", entonces esa "causa primera" no tendría la propiedad de "existir", porque sería ella misma la que tendría que fabricar esa propiedad. Si esa "causa primera" no tiene la propiedad de "existir", entonces es que no existe. Y si no existe, no existe, punto. Por tanto la pregunta "¿por qué existe algo en vez de nada?" pide ser respondida con algo que precisamente no existe, pide ser respondida con una no-respuesta, pide no ser respondida.

Ahora veamos por qué la religión tampoco inventa ninguna respuesta para esa pregunta (vamos a centrarnos en las religiones abrahámicas, de un solo dios). No la inventa porque la pregunta es absurda, ni siquiera es una construcción gramatical con sentido semántico. Pero veamos de qué manera podemos comprobar que la religión no inventa una respuesta para esa pregunta.

Lo que hace la religión básicamente es inventarse un "dios", pero ese dios no crea "la existencia" (porque entonces ese dios no existiría). Es decir, ese dios en sí mismo también "existe", también posee la propiedad de "existir". El único matiz especial aquí es que a esa "existencia" de ese dios se la califica de "necesaria". Ese dios también "existe", también posee "existencia", y a su "existencia" se la califica como "existencia necesaria". Lo de "necesaria" significa que ese dios, a su vez, no ha sido creado por nada anterior, mientras que él es creador de todo lo demás.

La pregunta "¿por qué existe algo en vez de nada?" solo se podría responder con una respuesta absurda: que fuera posible que algo saliera de la nada, que empezara a existir a partir de la nada; o en otras palabras, que fuera posible la "magia", porque, como comenté en otro artículo anterior, la magia puede definirse simplemente como que cosas puedan ser sacadas de la nada.

Así que como la religión presupone que su dios en sí mismo también posee la propiedad de "existir" ("existencia necesaria"), y en ningún momento dice que su dios haya salido de la nada, entonces podemos decir que ni siquiera la religión se atreve a postular o proponer la posibilidad de la magia, lo cual ya nos muestra una clara contradicción y defecto en la religión, porque los milagros son magia, y la religión atribuye a su dios el poder de obrar milagros y de delegar este poder en otros.

El dios de la religión en sí mismo ya "existe" (según dice la religión), posee la propiedad de "existir", así que ese dios no crea "la existencia", así en general, sino que lo que ese dios crea es «la existencia de las cosas que existen "dentro de la existencia general", tal como dichas cosas existen, en vez de estar existiendo de otra manera distinta o en vez de estar existiendo otras cosas distintas». A estas cosas que existen de la forma en que existen en vez de estar existiendo de otra manera, y cuya manera concreta de existir se debe a que han sido creadas por algo anterior, se las llama "cosas contingentes", o también se dice que su existencia es una "existencia contingente". Así que la religión dice que tanto lo creador como lo creado "existen", pero la existencia de lo creador se llama "existencia necesaria" (que no requiere de una causa creadora anterior), y la existencia de lo creado se llama "existencia contingente" (que sí requiere de una causa creadora anterior).

Así que podemos decir que el dios de la religión no crea "la existencia", así en general (pues él mismo también goza de "existencia", una "existencia necesaria"): lo que el dios de la religión crea es la "existencia contingente".

Solo añadir algo mas. Como hemos indicado, ni siquiera la religión (y mucho menos las disciplinas no religiosas) postula o propone que sea posible la magia, el poderse sacar cosas de la nada. Si hay algo en vez de nada, no es porque ese algo haya salido mágicamente de la nada. Simplemente, la pregunta "¿por qué hay algo en vez de nada?" o bien solo puede recibir una respuesta absurda ("la magia es posible"), o bien solo puede recibir una respuesta sin sentido ("algo que creara la propiedad de existir carecería de esa propiedad, por lo cual no existiría").

Así que si descartamos la magia, es decir, la posibilidad de que las cosas salgan de la nada, nos vemos conducidos inevitablemente a una interesante conclusión:

SI EN LA FORMACIÓN GLOBAL DEL UNIVERSO, DESDE SUS PRIMERAS CAUSAS HASTA SUS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS, NO INTERVIENEN PROCESOS MÁGICOS, EN LOS QUE COSAS SALEN DE LA NADA, ENTONCES DICHA FORMACIÓN GLOBAL SE DEBE BASAR EN PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN, REORDENACIÓN, REORGANIZACIÓN O REESTRUCTURACIÓN, EN LOS QUE UNAS COSAS SALEN DE OTRAS COSAS ANTERIORES POR TRANSFORMACIONES, REORDENACIONES O REESTRUCTURACIONES DE ESAS OTRAS COSAS ANTERIORES.

Así, por ejemplo, cuando pares de partículas y antipartículas surgen espontáneamente "de la nada", en realidad no surgen de la nada, esto es solo una forma de hablar, surgen de campos cuánticos preexistentes, y dichas partículas pueden ser entendidas como ciertas transformaciones, modificaciones o reestructuraciones de esos campos.

Esta conclusión es tan invevitable, que incluso puede ser reconocida dentro del ámbito de la religión: del dios no se dice que salga de la nada, y el resto del universo creado sale de ese dios, es decir, tampoco sale de la nada.