Los ricos tienen que pagar, y van a pagar. De eso no tengo ninguna duda.
Cuando surge una crisis como esta, o como la que se avecina, no existe precedente alguno en que los ricos no hayan tenido que rascarse la cartera y hacer sacrificios económicos. No hay más opciones, así que hay que ser realista: pagarán.
Pero la gran pregunta, la que de veras importa si echamos la vista atrás y observamos la historia, es qué es lo que van a pagar los ricos.
La primera opción es que paguen la vida de los que tienen menos. Que dediquen su capital a dar una vida digna a la gente, a pagar subsidios, a pagar pensiones, a ayudar a que las cuentas del Estado cuadren y se pueda mantener un mínimo bienestar social. Echando mano de una calculadora, se observa fácilmente que el coste de esto excede con mucho la capacidad económica de los ricos si la medida se prolonga en el tiempo. Los ricos pueden sostener la sociedad durante un periodo determinado, pero tras este periodo serán ellos los que a su vez necesitarán ayuda, porque ya no serán ricos, y sólo quedará el capital de los super-ricos.
Si se prevé que el periodo de transición va a ser corto, creo que los ricos preferirán esta opción. Pagar, arrimar el hombro, mantener la sociedad y seguir cada cual con sus negocios, asumiendo pérdidas temporales.
La segunda opción es, en vez de pagar los gastos de millones de personas, pagar golpes de Estado, represión y mercenarios procedentes de lugares aún más pobres. No nos hagamos los ingenuos, porque sabemos que esta opción ha estado y está siempre sobre la mesa si la presión es excesiva. Si la exigencia de los que tienen menos es demasiado fuerte o se prevé que se prolongue demasiado en el tiempo, la represión sale mucho más barata que la solidaridad. Los poderosos se llaman así precisamente por eso: porque tienen poder y pueden ejercerlo. Todos sabemos, y lo repetimos por aquí a menudo, que las grandes empresas sólo entienden de rentabilidad económica y ponen a las personas en segundo plano. Así es. Y si, calculadora en mano, sale más rentable un baño de sangre que dejarse desplumar tranquilamente, pues habrá un baño de sangre. A lo grande o a lo pequeño. Quirúrgico o masivo. Y eso tampoco será barato, y lo pagarán los ricos.
Así que sí, es cierto: los ricos van a pagar. La pregunta es el qué.