Como anda por aquí @Samu_ poniendo aforismos y citas de Cioran, os paso yo algunos de los míos, en un tono bastante distinto. Loas tengo guardados porque me gustaron. Espero que os gusten también. O no.
Omito los autores para evitar prejuicios.
-Existe un tipo de atracción que yo no conocía: tú me atraes en la ficción: me siento como un personaje de un libro que tiene que enamorarse de otro.
-Hoy es un día importante: estamos creando los recuerdos de nuestros hijos.
-Una sombra negra detiene a una bestia feroz. Lo que emerge del cementerio intimida a lo que sale del antro. Lo feroz tiene miedo de lo siniestro. Los lobos huyen despavoridos ante la presencia del vampiro.
-El edificio parecía un palacio gitano remodelado para uso público.
-La magia urbana consiste en hacer la danza de la lluvia bailando alrededor de un microondas.
-Era un día gris como la lluvia cayendo sobre el patio de una cárcel donde algún idiota espera la ejecución por haber asesinado a su abuela
-El viento era húmedo y amistoso como la lengua de un perro.
-La ciudad semejaba una mariposa muerta para la que los rayos del sol hubieran llegado demasiado tarde.
-En febrero de 1948, el líder comunista Klement Gottwald salió al balcón de un palacio barroco de Praga para dirigirse a los cientos de miles de personas que llenaban la Plaza de la Ciudad Vieja. Aquél fue un momento crucial de la historia de Bohemia. Uno de esos instantes decisivos que ocurren una o dos veces por milenio. Gottwald estaba rodeado por sus camaradas y justo a su lado estaba Clementis. La nieve revoloteaba, hacía frío y Gottwald tenía la cabeza descubierta. Clementis, siempre tan atento, se quitó su gorro de pieles y se lo colocó en la cabeza a Gottwald. El departamento de propaganda difundió en cientos de miles de ejemplares la fotografía del balcón desde el que Gottwald, con el gorro en la cabeza y los camaradas a su lado, habla a la nación. En ese balcón comenzó la historia de la Bohemia comunista. Hasta el último niño conocía aquella fotografía que aparecía en los carteles de propaganda, en los manuales escolares y en los museos. Cuatro años más tarde a Clementis lo acusaron de traición y lo colgaron. El departamento de propaganda lo borró inmediatamente de la historia y, por supuesto, de todas las fotografías. Desde entonces Gottwald está solo en el balcón. En el sitio en el que estaba Clementis aparece sólo la pared vacía del palacio. Lo único que quedó de Clementis fue el gorro en la cabeza de Gottwald.
-Bajofondismo histórico:Frecuentar restaurantes baratos, zonas industriales abandonadas, aldeas, lugares donde que parece que no pasa el tiempo, para sentir alivio al regresar al presente.
-Ozmosis: incapacidad para encontrar reflejada en el propio trabajo la alta opinión que se tiene de uno mismo.
-Sustitución de estatus:utilizar un objeto con porestigio intelectual o de moda para sustituir otro que solo es caro (te has dejado el libro de Camus en el BMW de tu hermano)
-Optimismo pobre: darse cuenta de que uno era mejor persona cuando tenía menos dinero.
-Rebelión pospuesta: tendencia a evitar las actividades y experiencias típicas de la juventud para concentrarse en una perspectiva laboral seria. A veces hacia los 30 años, la tristeza por haber desperdiciado la juventud va acompañada de cortes de pelo absurdos y ropa cara pero ridícula.
-Bajofondismo conversacional: placer que se obtiene conscientemente de una conversación, precisamente por su falta de rigor intelectual. (Menéame, en resumen, vaya.... :-) )
-Era estilizado pero con cara de gordo.
-Tiene un inmenso defecto: siente ternura por sí mismo y esa ternura engendra en él un inmenso pudor que le hace burlarse de todo, empezando por sí mismo.
-Atravesó el lugar como un niño que espera un castigo y empieza a hacer acopio de resentimiento para los años por venir.
-Tenía aquella mirada fija del borracho que está a punto de convertirse en filósofo.
-El lenguaje no vive de sus propias leyes; si así fuera, el mundo lo dominarían los gramáticos.
-Salió de la cárcel a resultas de una amnistía promovida por gente de bien y refrendada por algunos políticos con sospechoso entusiasmo
-No podía pagar el precio de la dignidad: cuando se vive en una ciudad desbordada y hostil; cuando no se tienen amigos ni medios para obtenerlos; cuando se es pobre y se vive atemorizado e inseguro, harto de hablar con la propia sombra; cuando se come y se cena en cinco minutos y en silencio, haciendo bolitas con la miga de pan y se abandona el restaurante apenas se ha ingerido el último bocado; cuando se desea que transcurra de una vez el domingo y vuelvan las jornadas de trabajo y de caras conocidas; cuando se sonríe a los cobradores y se les entretiene unos segundos con un comentario improvisado y fútil; en estos casos, uno se vende por un plato de lentejas adobado con media hora de conversación.
-Volvió: había desertado de entre los muertos.