Una persona que conozco que es extranjera que reside en España de forma legal con trabajo y que cotiza a la seguridad social me comentó que durante estos 15 años jamás había escuchado el típico discurso xenófobo y racista que últimamente aparece registrado en vídeos donde ciudadanos españoles increpan a extranjeros con argumentos tales como: “Yo soy español y tú extranjero, no eres nada... en cualquier momento pueden deportarte... nos estáis quitando los puestos de trabajo mientras nosotros hacemos cola en el INEM... o solo sabéis vivir de las ayudas que pagamos entre todos los españoles”. Lo habéis visto al igual que yo en vídeos colgados por Internet.
Esta persona extranjera vive en Galicia, una región que ha exportado emigrantes por muchos rincones del planeta y, me dijo con preocupación, que ha sido testigo de 2 incidentes xenófobos y racistas en 2 días consecutivos y decidió relatarme los hechos.
El primer incidente lo inició una mujer española increpando a un rumano que pedía dinero en la entrada de supermercado. Para ella, era indignante que los extranjeros como él, viviesen del cuento a costa de los españoles, que solo sabían pedir dinero y que le molestaba su presencia. La mujer no tenía ganas de compartir oxigeno con los extranjeros como él: ¡Qué te vayas a tu país!
El segundo incidente lo inició un hombre español; él empezó a increpar a unas chicas magrebíes que cuidaban de una señora mayor española mientras tomaban un café en un bar. La señora mayor española indignada intentó defender a las chicas magrebíes de los ataques verbales xenófobos de este español, pero una de las chicas le hizo un gesto con la mano como diciendo que no merecía la pena entablar combate dialéctico con este energúmeno que decía que por culpa suya los españoles se estaban quedando sin trabajo y haciendo cola el INEM, viviendo de las ayudas sin hacer nada, etc.
Soy de los que opinan que el incremento de incidentes racistas y xenófobos guardan relación directa con la publicidad deliberada e inconsciente a un partido político que ha obtenido representación parlamentaria en Andalucía, un partido político que ha utilizado el eslogan de “Los españoles primero” y que ha solicitado la expulsión de 52.000 “inmigrantes sin papeles” en Andalucía (otra región que no ha hecho más que exportar emigrantes tanto dentro del estado español como fuera de España).
El diario digital El Español hizo una encuesta y casi el 60% de los españoles están a favor de expulsar a los inmigrantes sin papeles, y los que más apoyan esta medida son los votantes de los 3 partidos políticos de derecha españoles.
Antaño, eran los dueños de los medios de comunicación los que decidían dar voz a una idea y a sus mensajeros, los que decían a la mayoría silenciosa a quienes debían amar y a quienes debían odiar y solo una minoría bien informada no caía en esa trampa, pero la falta de medios les impedía ser mayoría. Esa propaganda y manipulación se ha democratizado gracias a Internet pero también es verdad que unos pocos medios de comunicación siguen teniendo la sartén por el mango.
El moderado éxito electoral de un partido político ultraderechista español y su impacto mediático ha dado vox a la xenofobia y el racismo en España.
Las masas son como las lociones, hay que agitarlas antes de usar y, el régimen sabe que no existe una izquierda revolucionaria real en España; le interesa ahora que la derecha española se quite los complejos y muestre su verdadera rostro golpista al igual que lo hizo en 1936, que arrastre al PSOE en su deriva totalitaria, mientras UNIDOS PODEMOS sigue mostrando su incapacidad para constituirse como alternativa política dentro de España.
El estado necesita dar un golpe de estado con el artículo 155 de una Constitución española de 1978 en la mano y acabar con los últimos obstáculos; suprimir las autonomías de las regiones rebeldes, acabe con el estado de bienestar que para ellos no es sostenible, evitar que la gente proteste con su voto en las urnas. En definitiva, que haya una sola España en manos de un gobierno autoritario formado por militares y tecnócratas que defienda los intereses de La Casta y de las fuerzas armadas. A los demás pan seco y agua del grifo.
Los que repiten como papagayos las tonterías xenófobas y racistas de algunos partidos políticos echando la culpa de sus males a los bolivarianos, feministas, Catalunya, inmigrantes sin papeles o con papeles, son los tontos útiles en el juego de La Casta.
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