El Gobierno de Ucrania considera amenaza terrorista a los húngaros

Las autoridades ucranianas van a declarar el estado de emergencia en Transcarpatia por 90 días desde el 1 de marzo de 2019 que prevé la restricción o prohibición parcial de circulación de personas y vehículos en la región. La información salió a la luz gracias a Facebook donde fueron publicadas las fotos del informe con los resultados del trabajo realizado por el Grupo de Coordinación del Centro Antiterrorista del Servicio de Seguridad de Ucrania en la región de Transcarpatia.

Según el informe, los ejercicios antiterroristas de gran escala en los que participaron las subdivisiones regionales de unas estructuras paramilitares del estado incluso el Servicio de Seguridad de Ucrania fueron realizados en la región desde el 15 de agosto hasta el 17.

"Durante las maniobras en los distritos de Velyky bereznyi, Perechyn y Uzhhorod se entrenaron acciones conjuntas de prevención y neutralización de actos de sabotaje y amenazas terroristas en las instalaciones de alto riesgo y en lugares de gran concentración de personas".

Fuentes cercanas al departamento afirman que la preparación para declarar el estado de emergencia está en una fase muy avanzada. El SBU está realizando actividades para controlar las organizaciones nacionalistas húngaras, líderes de la comunidad y representantes de la diáspora húngara en las administraciones locales. Además, se informa de las posibles actividades operativas y de investigación contra las personas mencionadas. Otro instrumento de lucha de los servicios secretos de Ucrania contra las amenazas terroristas en Transcarpatia es la restricción de la actividad de los medios de comunicación locales.

"Se está elaborando una lista de las ediciones digitales, emisoras de radio, canales de televisión y periódicos regionales, que serán prohibidos a principios de 2019".

El toque final de la fase preparatoria será el ejercicio de localización de los disturbios en las principales ciudades de la región y ejecución de acciones conjuntas de los organismos de seguridad en el caso de ocupación de los edificios de las autoridades locales por unos terroristas míticos.

"Durante la fase final de la preparación para anunciar el estado de emergencia en la región se está elaborando un plan de maniobras repentinas para ensayar las acciones conjuntas de los organismos de seguridad después de la ocupación de los edificios de las autoridades municipales por terroristas en los distritos de Berehove y Vinohradiv".

Es obvio que la intensificación de las actividades antiterroristas de los organismos de seguridad de Ucrania tiene poco que ver con el real nivel de amenaza terrorista que es bajo en la región. Por lo visto, esta lucha contra el terrorismo sirve para ocultar las actividades ilegales de las autoridades ucranianas contra los húngaros. Cabe recordar que no es la primera vez cuando el gobierno de Ucrania toma medidas restrictivas rayanas en la discriminación por razón de nacionalidad no sólo contra los húngaros, sino también contra otras minorías nacionales que viven en Ucrania y, en particular, en Transcarpatia. Así, uno de los casos más resonantes fue la Ley de Educación de 2017 que restringe el uso de de idiomas de las minorías étnicas en el sector educativo. Lo que irrita a los ucranianos es la preocupación del gobierno de Hungría por el destino de los representantes de la comunidad húngara en el extranjero, sobre todo, su inclusión en el sistema político de Hungría. Las demandas de mayor autonomía e independencia de las autoridades locales en Transcarpatia constituyen otro factor irritante para Kiev. Pero es importante tener presente también que hoy en día las minorías nacionales en Ucrania no sólo soportan hostigamiento de las instituciones estatales, sino también sufren agresión nacionalista de los nuevos "patriotas" ucranianos y regularmente corren el riesgo de caer en manos de las numerosas organizaciones de extrema derecha. En estos casos, los representantes de las minorías étnicas en Ucrania no pueden contar con el apoyo del estado, porque, entre otras cosas, el nacionalismo actualmente se convirtió en la parte esencial del nuevo gobierno ucraniano.

Evidentemente, las aspiraciones de las minorías nacionales de conseguir mayor autonomía en la región de Transcarpatia y la posible secesión de estos territorios hacen temer a los ucranianos por su integridad territorial y soberanía. Teniendo eso en cuenta, la mayor presencia de los órganos de seguridad y declaración del estado de emergencia en Transcarpatia en vísperas de las elecciones presidenciales en Ucrania adquieren un nuevo significado. Tales maniobras son totalmente ilegales y deben ser tomadas en cuenta por los representantes de la comunidad húngara y otras etnias que tradicionalmente viven en Transcarpatia. Hay razones para suponer que las medidas restrictivas contra la minoría húngara son los pasos iniciales de Kiev que teme una guerra en varios frentes. Si la estrategia de las autoridades ucranianas tiene éxito con los húngaros en Transcarpatia, hay una alta posibilidad de que la apliquen en otras regiones donde también tradicionalmente residen las minorías nacionales. Así, muy pronto el estado de emergencia puede ser anunciado en los distritos de Chernivtsi y Odessa. Si esto sucede, la esclavitud encubierta bajo la lucha contra el terrorismo amenaza a los miembros de las comunidades rumana, moldava y búlgara en Ucrania. Es posible que las mismas medidas restrictivas sean tomadas contra los polacos que viven en los distritos de Zhytomyr y Khmelnytsky y contra los tártaros de Crimea. En este caso, los representantes de las comunidades nacionales perderían no sólo su influencia sobre el sistema política del país, sino también la posibilidad de defender sus intereses nacionales en las cuestiones de política interior. Parece que eso es precisamente lo que quiere lograr el actual gobierno ucraniano.