Un Troll que no desfallecía a la hora de intentar intoxicar el debate en Menéame. Su perseverancia no conocía límites. No le faltaban nombres ni cuentas para su cometido. Puede que solo pudiese comentar 52 veces con cada cuenta, pero a él no le importaba. No le preocupaba lo más mínimo. Él era persistente.
Sus malvados enemigos, los administradores y usuarios que buscan un lugar donde expresar sus ideas sin intoxicaciones, seguían al acecho. Cada comentario, cada negativo, les acercaban más a él. Notaba su aliento a cada comentario realizado en menos de un minuto, sin relación muchas veces al tema que se trataba. Eso no era lo importante. Lo importante para él seguía siendo intoxicar. Y sabía que se le daba genial. Para ello había nacido.
Su gran cometido en la vida digital. Había nacido para ello. No dejaría de hacerlo por un estúpido baneo. Tenía más nombres y cuentas que usar hasta el fin de los días.
Dedicado a todos aquellos troles de marzoque pululan últimamente por estos lugares. Sois pesados como tiernos con vuestros intentos. ¡Un abrazo campechanos!
Amperobonus