Un ejemplo de propaganda: Curas Perderastas. ¿Porque son curas, o porque son gays?

La respuesta obvia y lógica es que ninguna de las dos cosas. Un pederasta no lo es por ser cura, y tampoco por ser gay. Se hace pederasta por delincuente, hijo de puta, etc, pero por ninguna de las razones del título.

Sin embargo, a la izquierda le encanta relacionar pederastia con Iglesia, y a la derecha le encanta relacionar pederastia con homosexualidad. Así es como funcionan hoy en día las cosas.

Razonar es de gilipollas: se trata de construir una narrativa con respuestas inmediatas, simples, que caigan de cajón y que impregnen, o sea, que manchen, a un colectivo que es antipático o políticamente opositor al que monta la campaña.

Los casos de abusos en la Iglesia pueden tratarse como podredumbre de la Iglesia, o como podredumbre moral de la homosexualidad. El modo en que se traten dependerá del interés político del que haga la rebusca y selección de las noticias.

Y mientras sea así, mientras mengüe cada día el número de personas que buscan respuestas lógicas, más campo quedará libre para los partidos extremistas, esos partidos que se caracterizan precisamente por eso: por dar respuestas fáciles a problemas difíciles. Por vender eslóganes. Por manchar con mierda al primero que pillen.

Si apoyamos esa clase de campañas cuando nos molan, luego n0 nos quejemos.