Salía hace un rato en portada un artículo de Europa Press en el que Zelensky hablaba de la gravedad de la situación en el Donbás y me parece interesante comentar lo sucedido en los últimos cuatro días en la ciudad de Novogrodivka. Se trata de una ciudad que tenía 14000 habitantes antes de la guerra, bastante densa y con gran cantidad de edificio altos.
En otro tiempo, eso hubiese costado semanas de ataques, pero la ciudad, prácticamente intacta, ha caìdo en cuatro días justos, con muy pocas bajas en ambos bandos. Esto es un claro indicativo de que loa ucranioanos se limitan ahora a ralentizar el avance d elso rusos, pero no plantean una defensa seria, y se retiran en cuanto empìezan los bombardeos y los primeros asaltos.
El caso de Novogrodivka no es único. En la última semana ha caído también Konstantinivka (la del sur, no la grande), y Hrodivka está en un 70% en manos de los rusos.
Por una parte, no se ha preparado la defensa del sector ni se ha fortificado de manera eficiente, por otra faltan medios, y por otra, la ofensiva de Kursk, que sigue obteniendo pequeñas victorias (hoy los ucranianos han tomado tres pequeñas localidades más) ha supuesto un duro golpe moral para los defensores ucranianos del Donbás, que se preguntan por qué los han dejado allí tirados, enviando los posibles y tan necesarios refuerzos a conquistar Rusia.
Es de suponer que el mando ucraniano priorizará la defensa de Pokrovsk y Myrnohrad, cuyos alrededores sí están fortificados, y que sumaban unos cien mil habitantes en el año 2022. La caída de estas ciudades, o de Konstantinivka (la grande, al noreste) dejaría en una situación muy peligrosa a todo el frente, proque a día de hoy no hay ya defensas más allá, aunque es de esperar que se construyan.
En todo caso, Zelensky tiene razón: la situación es ahora realmente grave, y los avances rusos no son ya de unos cientos de metros a la semana, sino de un kilómetro al día en algunas zonas.
Y el caso es que estamos en Agosto y poco se ha oído hablar, de momento, de los F16. Pero esa ya es otra historia.
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El mapa es de @Suriyak.
9 de Abril de 1948.
Los grupos terroristas sionistas Irgún y Lehi atacan el pueblo de Deir Yassin, un pueblo palestino cercano a Jerusalén. Mataron a unos 140 de los pobladores de los 600 que tenía, incluyendo a varios a los que capturaron para pasearlos como trofeos por las calles de Jerusalén para, posteriormente, devolverlos al pueblo y fusilarlos. Durante el ataque, entraron casa por casa, matando a todos sus ocupantes, incluidos mujeres y niños. En algunos casos, los padres escondieron a los niños, que fueron encontrados posteriormente por los terroristas sionistas. El resto de la población huyó aterrorizada.
Un dato que llama la atención es que hubo casi el triple de muertos que de heridos, algo no habitual en un enfrentamiento armado, la proporción suele ser la inversa, y que habla de la voluntad sistemática de los terroristas de matar a todos los que pudieran. Dos tercios de las víctimas fueron mujeres, niños y ancianos.
La acción pretendía, según palabras del propio líder del Irgún, Menachem Beguin (posteriormente sería Primer Ministro de Israel, igual que el lider de Lehi, Isaac Shamir) precisamente eso: crear el terror no sólo en ese pueblo concreto, sino infundirlo en los corazones de los palestinos, y que las noticias de las atrocidades cometidas en Deir Yassin los predispusieran a dejar sus casas incluso antes de que los sionistas los echaran, que éstos tuvieran que hacer el mínimo esfuerzo. Por cierto, no sería la última masacre contra población palestina.
Uno de los resultados de la matanza fue que 55 niños y niñas de entre 2 y 12 años quedaron huérfanos de padre y madre. Los terroristas los subieron a un camión y los abandonaron a su suerte en la Puerta de Jaffa de Jerusalén, sin comida, sin sitio al que ir (hay reportes de que algunos de esos niños fueron torturados e incluso abusados sexualmente).
Es ahí donde la matanza se cruza con Hind al-Husseini, una mujer palestina de 31 años, de familia pudiente (tanto su padre como sus hermanos fueron alcaldes de Jerusalén): se encontró a los niños donde los terroristas los habían abandonado, y les dijo que se fueran a sus casas, que era una zona peligrosa. Cuando al poco tiempo volvió a pasar por el sitio: los niños seguían allí. Al preguntar el porqué, uno de los niños le explicó lo que había pasado, lo que habían pasado.
Horrorizada, los llevó a una sociedad femenina de ayuda social que dirigía, Sociedad de Iniciativas de Trabajo Social, en Jerusalén, que alquiló dos habitaciones para albergar a los niños en la propia ciudad, zona de conflicto en los enfrentamientos entre sionistas y palestinos, es decir, un sitio peligroso, a pesar de lo cual los visitaba cada día para acompañarlos y alimentarlos. La monja responsable del convento de Sahyun la convenció para que trasladase a los niños a él: un par de días después del traslado, el edificio en el que estaban las habitaciones fue bombardeado.
Poco después, Hind al-Husseini trasladó a los niños a la casa en la que nació, una mansión construida por su padre, casa que sirvió como orfanato improvisado y que, pocos años después, en 1954, convirtió en un orfanato oficial, Dar al-Tifl al-Arabi, la Casa de los Niños Árabes, que aceptó niños huérfanos supervivientes de diferentes procedencias, incluso judíos.
Al orfanato se fueron añadiendo una guardería, inicialmente, y un colegio de educación primaria. En 1967, antes de la Guerra de los Seis Días, las tasas de los 40 niños de familias pudientes que acudían a él servían para pagar la manutención de 120 huérfanos. Hind al-Husseini crearía también una fundación para poder financiar el orfanato y las clases.
Durante esa guerra, los israelíes bombardearon el orfanato, reconvertido en hospital, destruyéndolo por completo. La Cruz Roja Noruega ayudaría a reconstruirlo. Después de eso, la institución se convirtió en una escuela sólo para niñas (además de orfanato).
La institución que creó todavía permanece hoy en día, es muy considerada por ofrecer formación de calidad, por luchar contra el analfabetismo y por favorecer e impulsar la educación en niñas y mujeres.
Hind al-Husseini fallecería en 1994.
Existe una película biográfica que narra estos hechos, llamada "Miral", de 2010.
Fuentes:
Ayer se supo de ninguna compañía se presentaba al concurso de asistencia de Muface y los medios empezaron a sacar informaciones con unos titulares falsos. En primer lugar hay que indicar que aunque ninguna compañía privada asuma el concierto, eso no deja a los mutualistas sin asistencia sanitaria, ya que la opción de asistencia sanitaria pública siempre ha existido dentro de Muface. Y por otro lado, las cifras que se están dando de que esto afectaría a la asistencia sanitaria de 1,5 millones de funcionarios, también es falso. Con datos de 2023, en Muface hay 1.103.292 de titulares (de los cuales más del 35% son jubilados, y esa es una clave de la retirada de las compañías privadas) y 434.409 beneficiarios (cónyuges, hijos,...), para un colectivo total cubierto de 1.537.701 personas. Pero dentro de ese colectivo de 1,5 millones, ya hay 457.307 que tienen la asistencia sanitaria a través de la sanidad pública, por lo que el total que debería asumir como nuevo la sanidad pública en realidad se queda por debajo de 1,1 millones.
Me pareció a mí que, llegados a este punto, no se trata tanto de juzgar lo que se hizo en aquella época, ni de enfrentarse por la bobada de si se blanquea a o se ataca a Franco, sino de saber cómo funcionaba la cosa en la práctica, así que aproveché los muchos años de un familiar ajeno, que estuvo en la construcción hasta los noventa, para preguntarle por la mecánica del asunto.
Así que allá voy, con la primera en la frente. Al parecer, la cuestión fundamental que hay que entender es que, en aquellos años, el beneficio de la corrupción urbanística venía de hacer cosas, en vez de originarse en no hacerlas. Ahora, si no eres amigo de quien tienes que serlo, o no tienes la parcela donde conviene, o no dejas la mordida correspondiente a quein hay que dejarla, el ayuntamiento se niega a recalificar el terreno, y diversas autoridades se niegan a darte el permiso de obras, la licencia ambiental, o el visto bueno del colegio de arquitectos a un diseño,. unos materiales, o lo que sea. La corrupción actual consiste en retrasar, dilatar e impedir la edificación. O pagas, o no avanzas. O pagas a quien corresponde, o te vas de aquí a tomar por culo.
En el franquismo, sin embargo, los alcaldes hacían lo que alguien de arriba les mandaba. Y lo mismo toda la cadena trófica de la promoción y construcción. Alguien, en algún despacho, decidía que se iban a hacer dos mil viviendas en tales o cuales solares. Llamaba al arquitecto afín que le salía de los huevos, sin sacar a concurso el proyecto, llamaba al alcalde correspondiente y le contaba lo que se iba a hacer y dónde se iba a hacer, y este, si quería, ya podía trapichear con esa información sobre los terrenos, comprarlos a peseta para venderlos a cien duros, o cualquiera de las porquerías que todos conocemos. Pero había algo que estaba claro: en seis meses, un año, o quizás dos, se iban a empezar las obras, y en cinco, a lo sumo, iban a estar terminados los pisos. Y fuese buena idea, mala o regular, no había manera de paralizar esa promoción, ni de retrasarla más que unos meses, ni de meter el proyecto en un cajón. Al que metían en un cajón era al alcalde o al urbanista que quería poner trabas y no se andaba diligente poniendo agua, luz, alcantarillado y lo que fuese. Se hace esto, se hace aquí, y se hace ahora. Y no me discutas.
Justo después se representaba un simulacro de concurso público para elegir a la empresa constructora. Y a veces ni eso. Se le daba el proyecto a un amigote del régimen y este ya se ocupaba de hablar con el banco para que lo financiase o, si era pata negra, conseguía financiación pública. Por lo común, aunque hubo muchos casos en tantos años, lo pisos ya solían estar vendidos sobre plano, así que era cuestión de tirar millas y darle caña al asunto, con salarios bajos, sindicatos inexistentes, y un beneficio cojonudo, casi conocido de antemano.
La obra te la inspeccionaban cada poco, y dependiendo de quién tocase como inspector, el promotor podía hacer viviendas de mierda y embolsarse la diferencia o tenía que hacer un trabajo más o menos decente. De los dos millones y pico que se construyeron en cuarenta años, todos sabemos que había verdaderas cagadas que ya hubo que derribar hace muchos años y otras muchas que siguen ahí, en bastante buen estado, y cuestan ahora un verdadero riñón. Si el promotor tenía suerte, o engrasaba la suerte sobornando a alguien, construía catorce plantas cuando tenía licencia para nueve, y luego apoquinaba con gran placer la multa que le fuese impuesta, amén, llenándose los bolsillos a lo grande con la diferencia. Toda la corrupción, insisto, pasaba por hacer, hacer más y hacerlo más deprisa.
Acabadas las viviendas, se mudaban allí los nuevos propietarios, y listos. O los nuevos inquilinos, o lo que fuera. El promotor que tardaba más tiempo del debido en construir, él se lo perdía, porque hasta que no acababas en un sitio no podías empezar en el siguiente.
Todo era chapucero, rápido, a veces de calidad ínfima y construido a desmano, en cauces inundables o en lugares que deberían haberse protegido. Pero el caso es que para forrarse había que hacerlo y hacerlo enseguida, a lo bestia, a cascoporro, y el enemigo de todos era el que trataba de frenar las obras. Enemigo del jerifalte que había decidido dónde se hacía la promoción, del constructor, de los arquitectos, de los propietarios que esperaban la casa y hasta de los bancos, que ni soñaban con embargar una de esas promociones si algo salía mal.
Todo era arrea y tira para adelante. Y así salió lo que salió. Lo bueno y lo malo, como sucede con este tipo de incentivos. Cuando el incentivo es para paralizar, los terrenos y las obras salen con cuentagotas.
Cada cual tendrá su opinión sobre si es mejor hacer pocas casas pero bien, o ponerse a construir a lo bestia, de cualquier manera. En España conocemos de sobra los dos modelos.
Todo sistema político necesita para sobrevivir que la mayoría de la población se someta a la autoridad de sus leyes e instituciones y, si es posible, además se comprometa éticamente con ellas, reconociéndolas como justas y deseables, pues así se minimizará el riesgo de derrocamiento del sistema previa revolución. Históricamente, este objetivo se ha perseguido presentando a los líderes como superhombres capaces de cargar sobre sus hombros con todo el peso del Estado. Sujetos ejemplares, sin vicios, con virtudes extraordinarias y absolutamente sacrificados en aras del bien común. En las dictaduras resultaba muy fácil, pues todo el que cuestionase la grandeza del líder se iba a una celda previa sesión de tortura, pero cuando comenzaron a llegar las democracias y los dirigentes empezaron a ser vulnerables ante el escrutinio público, los partidos políticos se preocuparon de escoger cabezas visibles con un nivel intelectual, un carisma y un saber estar básicos. La idea era suscitar la admiración de la población y generar así una confianza que derivase en el voto (o, si eran reyes, en la adhesión a la monarquía).
Y así se mantuvo la cosa durante la segunda mitad del siglo XX, muchas veces con dopping mediático (véase el apagón informativo sobre los incontables vicios, comisiones y fraudes fiscales de Campechano, o la obscena propaganda de la que se beneficiaron González o Aznar en sus peores momentos por parte de sus grupos mediáticos afines). Pero llegó el siglo XXI y empezamos a ver estas cosas:
Vídeos de la Lideresa "A"
x.com/_Juan__A/status/1867670406012023271
x.com/janislcani/status/1867661328263045601
x.com/josevico4/status/1716885032487563487
x.com/Tyrexito/status/1655955624226852865
x.com/Black_StrobeS/status/1750262076755399001
x.com/nenedenadie/status/1750804287293173948
Vídeos del Líder "B"
x.com/Laszloeragay/status/1820167393156440524
x.com/lopepemurciano/status/1828379242222022694
x.com/j_cobos/status/1581184830951526400
x.com/JulianMaciasT/status/1749044767298588920
El Líder "C" pide a los españoles que defrauden a Hacienda
www.telecinco.es/noticias/espana/20240926/alvise-perez-admite-cobro-ne
Como habréis visto, el primer bloque de vídeos se refiere a Ayuso, el segundo a López Miras (presidente de Murcia, comunidad que es líder nacional en fracaso escolar y pobreza, con la sanidad colapsada, el resto de servicios públicos hundidos y una deuda pública equivalente al 32.2% del PIB) y el tercero a Alvise.
Al principio, pensaba que Ayuso y López Miras habían sido elegidos por las élites a las que sirve su partido precisamente por su encefalograma plano, pues ello les vuelve absolutamente manipulables y dependientes (ninguno de los dos tiene vida laboral fuera de la política y harán lo que les manden por seguir chupando) En el caso de López Miras lo tenía todavía más claro, ya que fue escogido para sustituir temporalmente a Pedro Antonio Sánchez (presidente murciano hoy condenado a cárcel por corrupción) cuando solamente estaba imputado y el PP confiaba en lograr su absolución. Pero ¿Y si, como en el caso de Alvise, también los están usando para convencer a los ciudadanos de que deben ser como ellos, y así fomentar que el electorado se convierta en una masa analfabeta, obtusa, vaga, egoísta y con ello absolutamente manipulable por los más crápulas?
En sociedades donde una parte de los medios de comunicación (fundamentalmente digitales, pero potentes gracias al altavoz de las redes sociales) van a controlar los movimientos de cada líder, es complicado encontrar figuras verdaderamente ejemplares, intachables, brillantes y con programas políticos al servicio del interés general. Es mucho más fácil convencer a la gente de que ser un cacho carne con ojos que se pasa el día borracho y no sabe hilar dos palabras, representa el ideal de ser humano. Es más sencillo hacer apología de la ineptitud, la atrofia intelectual y la incultura. Es una gran idea transmitir el mensaje de "si una ameba ha podido llegar a la presidencia de tu comunidad, es que las amebas representan la buena vida y el camino al éxito. No estudies, no pienses, no critiques, no te preocupes por nada más allá de llegar a fin de mes y gastarte los 4 duros que te sobren en emborracharte...y si puedes defraudar a Hacienda, hazlo, porque es dinero que se van a quedar los lobbies feministas. Así vivirás feliz y si tienes suerte a lo mejor incluso llegas a consejero autonómico de tu comunidad".
Con ese modelo de elector, las élites tienen garantizado que el pueblo votará a los patanes que presenten como candidatos, los cuales serán fáciles de seleccionar y totalmente sumisos a sus designios. Y, gracias a la muerte cerebral del electorado, tienen asegurado que les seguirán votando hagan lo que hagan, por inmoral que sea (la ética ha muerto) y por nefasto que sea para sus intereses (son tan débiles mentales que ni siquiera pueden identificarlos). De ahí que, actualmente, esté convencido de que la selección de Ayuso, Alvise o López Miras se enmarca en un proyecto de lobotomía general del electorado que, por desgracia, no les está saliendo nada mal.
Seguimos intentando solucionar este problema. Recopilo la información que tengo por si alguien puede ayudar.
¿De qué error de trata?
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¿Cuándo comenzó el error?
No comenzó al instalar cloudflare.
Comenzó tras la migración de Meneame a un nuevo servidor con Ubuntu y Nginx actualizado.
¿Cuándo no da error?
En la navegación de incógnito o tras borrar las cookies
Análisis
Tras abrir tres pestañas en Chrome me da error en los subdominios www.meneame.net y old.meneame.net pero no en meneame.net
Tras analizar el almacén de cookies de cada pestaña se observa que:
En los subdominios que da error solo se cargan solo 21 cookies.
En el subdominio que no da error se cargan muchísimas más.
Pista:
He ido borrando una a una todas las cookies y actualizando. El error desaparece cuando borro la cookie: addtl_consent que aparece duplicada. Esta cookie no aparece en la pestaña donde si funciona.
Al borrar una de las dos addtl ya también funciona en el otro subdominio.
Resumen
El error lo da la cookie addtl_consent porque se duplica. Si cuando da el error le das a inspeccionar-almacen-cookies-meneame la seleccionas y la borrar todo funciona con toda la información que tienes.
La duplicación puede ser porque tengamos tres subdominios operativos o por el programa que genera la cookies
Ya estamos casi
Hace muchos años asistí a un curso de Habilidades Directivas, en la empresa donde trabajaba.
Yo era el típico directivo de segunda, llevaba un departamento de la empresa y me eligieron junto a otros 10 para asistir.
El profesor, argentino, muy profesional, se dedicó una mañana entera a explicarnos cómo calmar al mono que todos llevamos dentro cuando teníamos un conflicto con nuestros subordinados. Todo muy modern management, con slides, vídeos de YouTube y preguntas abiertas. Nos pasó un mono con plátano, explicándonos cómo lo mejor era darle uno cuando saltara, para evitar broncas. alimentar al mono para que no saltara, esa era su teoría.
Nos fuimos a comer, y ahí nos contó que era judío. Yo, que siempre he sido estudioso del conflicto con Palestina, le pregunté su opinión al respecto. Me dijo que el no se metía en política y que no le interesaba ese tema, pero que creía que Israel se pasaba contra los palestinos, pero que había que entender que estaban ahí en medio de la jungla.
Se me ocurrió decirle que los Altos del Golan deberían devolverlos a Siria, como decía la ONU hacía años.
No os podéis imaginar cómo saltó su mono. Ni diez plátanos lo habrían calmado.
Nos explicó que sí devolvían los Altos a Siria, les podían apredear desde allí, y que era imposible.
Su mono saltó como él nos había explicado horas antes que no nos debía de saltar.
Si a alguien le sirve de algo está historia, me alegro. A mí sí me sirvió, y mucho.
No falla, en noticias donde aparecen cifras altas y cambios de unidades de medidas, los periodistas se lían y publican burradas. En este artículo de El Mundo parecen desconocer que el hectolitro equivale a 100 litros y para calcular los excedente de la producción de vino "sólo" se han equivocado en un factor de 1.000 dando la cifra de 1.600.000 millones de litros de excedentes de vino.
Igual factor de error lo tenemos en esta noticia de The Objective, donde se asegura que en un yacimiento de gas natural de La Rioja se extrajeron durante enero 120.098 gigavatios hora. Con semejante producción se cubriría más del triple de la demanda total de España ese mes. Es evidente que ese dato debe ser de megavatios hora.
Y acabamos con esta noticia de El Debate donde nos informan de un glaciar con 3.000 kilómetros cuadrados de volumen. Sin palabras.
"Nadie me preguntó qué era el éxito para mí. Desde pequeño mi padre me mostró un único camino, sin alternativas, sin salidas. Desde que fui consciente de eso, a los 5 años, no he hecho otra cosa en mi vida más que odiar el tenis con toda mi alma".
Estas durísimas palabras fueron pronunciadas por Agassi en la presentación de Open, su biografía, posiblemente el mejor libro que se ha escrito sobre el tenis profesional.
Hace unos días, Toni Nadal —que desde que su sobrino se retiró debe de aburrirse entre charlas de superación para multinacionales y millonarios— ha salido a la palestra para afirmar que "si a Carlos le agobia el tenis, lo mejor es que lo deje" y que "la vida es un tema de renuncias, no solo de hacer lo que yo quiero. A veces, a la gente le compensa y, a veces, no. Si no te compensa, mejor que cambies de trabajo".
Pero en el fondo, lo que late tras las palabras de Toni Nadal no es una crítica técnica sobre su forma de prepararse o entrenar. Es una forma de entender la vida. Es esa idea de que el deporte —y por extensión, el éxito— solo es legítimo si implica sufrimiento. Que lo que no cuesta, no vale. Que el camino debe ser áspero para tener valor. Que hay que sufrir para merecer. Como si la felicidad que Carlos exhibe implicase que detrás de su triunfo no hay años de trabajo y renuncias.
En el documental que Alcaraz ha rodado para Netflix, su representante, su entrenador y hasta su equipo médico acusan al joven jugador, sin cortapisas, de no entender la trascendencia de su misión y de querer anteponer la diversión al sacrificio y al enorme reto de ser "el mejor de la historia, superando al Big Three".
En el colmo de la desvergüenza, y ante el empeño de Carlos de tomarse tres días con los amigos en Ibiza tras ganar en Roland Garros y antes de Wimbledon, el representante del jugador —un personaje oscuro y continuamente cabreado— recurre al chantaje emocional esgrimiendo que ha renunciado a la crianza de sus dos hijas para hacer de Carlos el mejor jugador de la historia.
Al terminar el documental uno tiene la sensación de que el éxito de Carlos no tiene nada que ver con él, y que el jugador, más que ser el sujeto activo, es un constante palo en la rueda para alcanzar el objetivo final de hacer del murciano el mejor deportista que hayan visto nuestros ojos.
Tras ganar su primer Grand Slam en 1992, Agassi decía en Open: "No interiorizo esta victoria. Es como si la hubiese logrado a pesar de lo que quería. Me han hecho sentir que esto no es mío y que yo he sido más un obstáculo para el triunfo que el puto ganador del torneo. Mi equipo solo piensa en entrenar, en entrenar y en entrenar. No tengo tiempo para pensar en otra cosa que no sea tenis. Joder, solo soy un crío asustado que necesita vivir algo más que esto. Me siento como un caballo de carreras".
Y yo me pregunto: ¿alguien ha preguntado a Carlos lo que quiere?
Desde que ganó su primer Grand Slam, afición, prensa, jugadores, entrenadores, exjugadores... medio mundo está empeñado en convertirlo en lo que ellos creen que debe ser y se creen en el derecho de decirle cómo debe hacer su trabajo, porque no lo olvidemos: ese es su trabajo.
Parece que su alegría molesta, como si todo lo que ha conseguido hasta ahora hubiera sido por arte de magia. Como si sonreír en la pista implicase ser un vago.
Y es que aquí está la diferencia. Rafa Nadal, el mejor deportista español de todos los tiempos, jugaba como quien va a la guerra: serio, tenso, heroico. Admirable, sí, pero daba la sensación de que no se lo estaba pasando especialmente bien. Carlos, en cambio, juega como quien está en una fiesta.
Y resulta que la gente, sobre todo la gente más joven, cuando puede elegir, prefiere las fiestas a las guerras. Y eso parece molestar a algunos.
A mí, Alcaraz es, probablemente, el jugador que más me ha hecho disfrutar desde aquel primer Agassi de los noventa. Pero hay una diferencia crucial: no es que Carlos ame el tenis, es que lo disfruta, lo paladea, para él el tenis es una jodida fiesta y no sabe disfrutarlo de otra manera.
Ver a Nadal era asistir a una bacanal de sangre, sudor y agonía. Ver a Alcaraz es pura y llanamente magia. Solo un hedonista puede jugar así y eso, vuelvo a insistir, parece molestar a algunos.
Y no es que Carlos renuncie a la grandeza. Todo lo contrario: no hay duda de que quiere ser el mejor de todos los tiempos. Lo que Alcaraz pone y va a seguir poniendo siempre en duda es que valga la pena serlo si en el camino tienes que renunciar a tu manera de entender la vida. El no quiere ser el caballo de carreras de nadie. Su equipo parece no entender que tal vez Carlos no jugaría tan bien al tenis si fuese como ellos quieren que sea. Y no sé si eso es más terrible o más estúpido.
Porque ese sacrificio del que tanto se habla —el que su representante menciona en el documental, el que Toni Nadal reclama desde la barrera, el que el padre de Agassi impuso sin piedad— consiste, al final, en vivir por y para los demás. En dejar de pertenecerte. En entender tu juego como una herramienta para superar los números de los rivales y no en divertirte para divertir al que te ve. Y lo que Carlos está diciendo, sin decirlo explícitamente, es que él no ha llegado hasta aquí para dejar de ser quien es.
Me repatea la gente que busca ejemplos morales en el deporte de competición. Y eso es precisamente lo que el equipo de Carlos y una gran parte de la sociedad espera de él. Que sea un ejemplo de lo que ellos consideran que es correcto.
Hay veces, muy pocas veces, que un deportista encarna algo que trasciende su disciplina y esta es una de ellas. Alcaraz representa esa nueva concepción vital que domina a gran parte de su generación y que consiste básicamente en que el trabajo no tiene sentido si no nos ayuda a ser más felices.
Agassi, Hingis, Osaka, Fish, Barty, Söderling, Halep, Becker... la lista de niños prodigio que se rompieron por las exigencias de su entorno es interminable.
Carlos Alcaraz tiene 22 años y ya sabe algo que a Andre Agassi le costó media vida aprender: que el éxito de los demás puede ser tu infierno personal. Su decisión es firme, digan lo que digan Toni Nadal, su equipo o la prensa deportiva.
Hace pocos meses, Agassi se encontró con Alcaraz en Australia. Las palabras de André al despedirse fueron las siguientes: "Lo único que importa es que seas feliz en la pista, lo demás solo es lo que otros esperan de ti. Haz siempre las cosas a tu manera, no dejes que nadie te quite eso porque si te lo quitan, no tendrás nada".
Agassi no sabía que el documental grabado por Alcaraz para Netflix se llamaba así: "A mi manera".
Hace unos años, cuando yo vivía en Italia, pasé una tarde en un pueblo a medio camino entre un kibutz y una comuna hippie. El pueblo se llama Nomadelfia y fue fundado en los años 40 en los terrenos de un campo de prisioneros de la II Guerra Mundial con la premisa de seguir el Evangelio.
Lo primero que llama la atención del visitante de ese pueblo es que no hay apenas coches por las carreteras ni ante las casas. Evidentemente, se llega por carretera (está cerca de Grosseto en la Toscana) pero sus habitantes no necesitan transportarse lejos. Ellos mismos te explican que dentro de Nomadelfia tienen todo lo que necesitan y que si van de viaje usan autobuses para ir todos juntos.
En esa localidad viven unas 300 personas agrupadas en unas cincuenta familias y se organizan de una manera similar a los kibutz, con un sistema de trabajo eminentemente agrícola y compartiendo todo lo que ellos mismos producen. A efectos de la República Italiana son una organización similar a una ONG y la Iglesia les denomina "parroquia". En los años 90 tuvieron bastante difusión porque Juan Pablo II fue a visitar el pueblo en una ocasión.
La ciudad fue fundada por el sacerdote Zeno Saltini, que nació en la zona de Módena y ya durante la II Guerra Mundial comienza a trabajar para ayudar a niños abandonados, para lo que contó con el apoyo de unas mujeres “madres vocacionales” y otros sacerdotes. Tras acabar el conflicto bélico ocupan el campo de prisioneros de Fossoli, al Norte de Italia, y redactan la primera Constitución de Nomadelfia (que textualmente significa “donde la ley es fraternidad”).
Pronto se corre la voz y acuden a la zona más niños abandonados y se asientan las primeras familias que buscan vivir como las primeras comunidades cristianas. En paralelo, crean un movimiento político, el “Movimiento de la Fraternidad Humana” con el que buscan potenciar la democracia directa, cosa que no es bien acogida ni entre los políticos ni entre las autoridades eclesiásticas, que hacen fuerza para la disolución de Nomadelfia en el año 1952. El Santo Oficio obliga a Don Zeno a dejar Fossoli y es entonces cuando ocupan los terrenos cercanos a Grosseto donde se encuentran ahora mismo.
Ya hay más de 700 nomadelfios (el nombre es con el que se definen ellos) y el cura pide al Papa poder abandonar el ejercicio de su sacerdocio, cosa que le es concedida un año más tarde. Aunque en ese momento ya solo quedan 400 habitantes, comienzan de nuevo los trabajos en la comunidad que se organiza en grupos familiares formados por unas cinco familias.
Diez años más tarde Saltini pide volver a ser admitido como sacerdote (cosa que no es muy habitual en la Iglesia católica, ya os lo digo) y se le concede ser el primer párroco de Nomadelfia y como tal ejercerá hasta su muerte.
Como os decía, la población de Nomadelfia, que ahora mismo ronda las 300 personas, se organiza en grupos familiares formados por cinco familias cada uno. Las familias las encabezan matrimonios y “madres vocacionales” que se comprometen a acoger a los niños abandonados como si fueran propios, y que además cuidan a sus propios hijos (los hijos de las familias, porque las madres vocacionales hacen voto de castidad).
Todos los bienes que hay en la comunidad son comunes y no funcionan con dinero. O al menos eso dicen, porque en el centro de visitantes te ofrecen hacer donativos y te venden sus libros que hay que pagar en euros de curso legal. Eso sí, los pocos que trabajan fuera del pueblo sí pueden ganar dinero pero sus beneficios luego recaen en la comunidad que es quien lo administra.
La República Italiana les dio permiso para educar a los niños dentro del pueblo en los años 70 y solamente si quieren acceder a la universidad tendrían que examinarse fuera del essame di maturitá, que es equivalente a nuestra selectividad. En ese sentido son autosuficientes, y además la educación (católica por supuesto) es obligatoria hasta los dieciocho años.
En Nomadelfia hay televisión pero, tal y como explican en su web “el uso de la televisión es libre para informarse, mientras que se realiza una elección de los programas visibles que se transmiten por cable en una emisora interna”. Por lo tanto, es posible que vean la RAI muy fragmentada y poco más, aunque cuando estuve allí no me dio tiempo a profundizar en ese tema.
Además, en el pueblo no hay tienda sino un almacén desde el que se reparte la comida, las ropas y cualquier cosa que los grupos familiares necesiten. En la visita nos explicaron que bastaba con pedirlo y lo tenían en el reparto (para el que usan una furgoneta), aunque, eso sí, siempre abogando por la “pobreza evangélica”.
Uno de los lemas del fundador de Nomadelfia, tomado de los anarquistas, es “ni siervo ni amo” y es la base para la organización del trabajo. Todos los miembros tienen que estar disponibles para cualquier trabajo, pero no hay jefes ni empleados.
Por supuesto, nadie cobra por los trabajos que realizan (que son en su mayoría agrícolas) y la mayoría de tareas se hacen por turnos rotativos, en función de las cualidades y la edad de cada persona.
Si os ha entrado curiosidad, sabed que no hay que pedir cita previa para visitar este lugar pero que si os queréis quedar os van a hacer muchas preguntas y os pondrán a prueba un periodo de tiempo.
Hasta hace poco, Rajoy Brey no creía en el cambio climático porque, según él, su primo dijo que nadie en el mundo le garantizaba el tiempo de mañana en Sevilla, como para saber qué va a pasar dentro de 300 años. Su primo desmintió que se refiriese al cambio climático, que estaba sacado de contexto, y que habían confundido clima con meteorología.
Rajoy en cambio se refería no a 300 años atrás, sino a "textos del siglo VI a.C." (sic) para exponer como verdad indiscutible que la estirpe determina al hombre, y como hecho objetivo que los hijos de “buena estirpe” superaban a los demás. Su abuelo, participante en el I Estatuto de Autonomía de Galicia, Rajoy Leloup, al que llamaban "la oveja galleguista de la familia", fue represaliado por Franco. Uno de los hijos de Rajoy Leloup llegó a juez franquista, otros de sus descendientes se hicieron comunistas, como "la prima roja" de Rajoy; otra oveja.
El padre de Rajoy dio carpetazo 'a lo Moix' al mayor caso de fraude en época de Franco, Caso Redondela-Reace, donde desaparecieron unos millones de litros de aceite, nunca se supo si se volatilizaron en forma de hilillos en estiramiento vertical. Tampoco se supo cómo desaparecieron del mapa un implicado, el delator y el taxista que llevaba a los inspectores del caso. Los mal pensados creerán que los hijos de Mariano Rajoy Senior fueron beneficiados por los servicios prestados con el aprobado de oposiciones a Judicaturas y Registros de la Propiedad. Pero seguro que fue por su valía, igual que será por su mérito que Rajoy Brey haya recibido como Registrador unos 20 millones de euros desde la época del artículo sobre la buena estirpe.
Todo esto viene a cuento del meneo que le han dado a Macron por vincular terrorismo y cambio climático, donde, cómo no, alguien se acuerda, tal vez injustamente, del primo de Rajoy. Pero, oh sorpresa, hay otro primo de Rajoy que sí cree en un cambio climático, y hasta lo teme: el hermano del primo físico se llama Raúl Brey. Raúl y dos socios suyos fueron condenados a más de diez años por el secuestro en Sevilla de un empresario que había ganado unos millones en la lotería, y le pedían parte. Al secuestrado lo tuvieron atado y amordazado en el chalet de Raúl, pero es de entender que con aire acondicionado. El condenado (desconozco si está a la sombra o en el Caribe indultado) alegó en el juicio que alquiló el chalé, pero que al descubrir el secuestro "Le dije claro que no estaba de acuerdo y que quería que se fuera de allí. Me dijo que se lo llevaría a Madrid, pero que pesaría en mi conciencia si le pasaba algo, porque hacía mucho calor". Y es que todo el mundo sabe que el clima de Sevilla a Madrid puede ser muy cambiante. Y mucho cambiante.
Cuando un gobierno decide, casi siempre con razón, restringir la posesión de armas por parte de los ciudadanos, se entiende que es porque él mismo se impone la obligación de garantizar su seguridad y el pacífico desarrollo de su vida. Lo malo viene cuando algunos estados prohíben la tenencia de armas y luego miran para otro lado, y de modo activo o pasivo permiten que sean los delincuentes los que impongan su ley. ¿A que os suena?, ¿ a que no os parece que hable de Canadá o Nueva Zelanda?
A mí también, y la verdad, aunque me duela, es que no es cierto eso de que donde hay armas hay más crímenes. Podemos buscar la prueba más cerca o más lejos, al gusto de cada cual: es indiscutible que en Estados Unidos se permite tener armas y que de vez en cuando las noticias se salpican de matanzas, tiroteos, y asesinatos en masa. Pero no es menos cierto que en Suiza todo el mundo tiene un arma en casa y no por eso vemos que en Berna, Zurich o Ginebra anden a balazos. Y si miramos cerca, nos pasa otro tanto; en la ciudades es muy raro que la gente tenga en casa una escopeta, mientras que en el medio rural es rara la casa donde no hay una o dos, porque haya un cazador en la familia o por herencia no declarada del abuelo. Así es la realidad y no vemos que la gente de los pueblos ande a tiros a diario mientras los de las ciudades juegan al corro de la patata dándose besos de paz.
Me temo, y mucho, que la violencia no la generan las armas, sino la incultura. Me temo, yo que siempre las vi en casa, que el peligro de las armas no está en su existencia, sino en la educación, el respeto y lo que sean capaces de enseñarte los responsables de ellas. Lo malo es que enseñar algo lleva tiempo y da trabajo, y es mejor que se ocupe otro de ello, aunque sea cargándonos de prohibiciones.
¡Y claro que me gustaría más vivir en un mundo donde no fuese necesaria arma alguna!, ¡nos ha jorobado! Pero cuando se suceden acontecimientos violentos, asaltos y otros menos sonados, no queda más que pensar que el gobierno nos quiere indefensos para mejor expoliarnos, mejor imponer sin miedo cualquier injusticia y dar más posibilidades de éxito e impunidad a quienes se pasan la ley por el burladero. Porque a lo mejor, si hubiese un millón de ciudadanos con un rifle en casa, el gobierno no se atrevía a hacer ciertas cosas. Ni el ejército. Ni la banca. Ni nadie. ¿O por qué pensáis que en estados Unidos y en Suiza nunca ha habido golpes de Estado?
Pero aquí el objetivo parece que es desarmar a la sociedad, y en los dos sentidos de la palabra: quitarle las armas y desmontarla hasta convertirla en sus más mínimas e inútiles piezas. El objetivo es que el chorizo pueda seguir matando al joyero, el asaltante al dueño de la casa y el yonki a la abuela. El objetivo es enseñarnos a callar para que cada día las traguemos más gordas.
Y hacen bien, porque para el que calla cualquier injusticia es poca. Al que baja la frente, del cielo le cae el yugo.
Amen.
En más de una ocasión me he puesto como una fiera por culpa de los coches, ya bien fuera como peatón o al volante. La convivencia entre coches, motos, bicicletas, peatones y demás vehículos que circulan por nuestras carreteras sería mucho más fácil si todos fuéramos un poco más respetuosos con el código de circulación. Si en la actualidad muchas veces vivimos envueltos en el caos… ¿Cómo serían las cosas en los años en los que los automóviles comenzaban a recorrer las calles y no existía un código de circulación?
Leyendo este recorte de La Vanguardia del 20 de mayo de 1914 parece que por aquel entonces se vivía en una jungla de asfalto sin normas.
La lectura de este recorte resulta un poco complicada así que copio textualmente algunos fragmentos que no tienen desperdicio.
La experiencia nos enseña que cuanto se diga ó se escriba sobre este particular es completamente inútil. Que haya choques y atropellos á diario; que se cuenten por millones las personas asesinadas á mansalva, con premeditación, temeridad, alevosía y abuso de velocidad y por millones los incautos canes vueltos á la nada sin permiso de nadie; que sean incontables los sustos mayúsculos recibidos por los azarados transeúntes; que los autos invadan á menudo los paseos destinados á las personas, matando alguna, ó se metan en las aceras rompiendo los cristales y escaparates de las tiendas: que vuelen por esas calles día y noche con la velocidad de un rápido echando abajo árboles, faroles, kioscos y cuantos estorbos hallen á su paso: que los viandantes, en el caso más feliz, tengan que pararse desde una legua antes, si los ven ó los oyen venir, para no ser aniquilados; que nos cubran constantemente de agua, barro ó polvo; que embalsamen el ambiente con el fragante, embriagador y, deliciosísimo perfume extracto de petróleo ó bencina. Es inútil. A pesar de todo lo dicho, el automóvil se ríe y se reirá de cuantos se propongan meterle en cintura.
El automóvil no respeta nada. Es superior á todo. El auto es un tren expreso, viajando en plena ciudad, sin rieles, ni vallas, ni horarios, ni reglamentos de ninguna clase. Es libre, loco y devastador como el huracán con quien logra competir!
La prensa también se encargaba de dar consejos viales en la prensa, el ejemplo lo encontramos en este recorte del 18 de agosto de 1974 en El Norte de Castilla.
El 17 de septiembre de 1900 se aprueba el Reglamento para el Servicio de Coches Automóviles por las Carreteras del Estado, sus antecedentes se encuentran en el Real Decreto del 8 de Octubre de 1778 referido a la circulación de carros y carruajes. (Puedes leer este Real Decreto aquí) El Reglamento para el Servicio de Coches Automóviles por las Carreteras del Estado establece la definición de automóvil en el Artículo 2º: “bajo el nombre de coche automóvil, o simplemente automóvil, se comprenden los carruajes movidos por fuerza mecánica” y las condiciones que debían reunir para circular por la carreteras como la necesidad de bocina o campana de timbre sonoro, faroles en el frente, indicadores que se iluminen por las noches, dos sistemas de frenos para detener el motor para evitar el movimiento hacia atrás y la posibilidad de dar marcha atrás si el vehículo pesa más de 250 kg. En el artículo 4 de este Reglamento nos encontramos un antecedente de lo que equivaldría a la ITV en la actualidad, se hacía entrega de un acta que permitía la circulación por carreteras siempre que se hubiera superado una serie de ensayos y pruebas para comprobar que los vehículos reunían las condiciones necesarias. Si te pensabas que en aquella época conducir era coser y cantar, estás equivocado. Era necesario tener un permiso expedido por el Gobernador y demostrar las aptitudes para la conducción.
En 1900 llegaron las primeras limitaciones de velocidad, no se podía circular a más de 28 km/h, reduciéndose esta velocidad a 12 km/h en las poblaciones. ¡E incluso podían retirarte el carnet como hoy en día! Con no cumplir dos veces en un año con las reglas establecidas en el reglamento podrías ser privado del permiso para la conducción.
Un mes más tarde de la aparición del Reglamento para el Servicio de Coches automóviles por las carreteras del estado, se matricula el primer vehículo en nuestro país, un Clément con matrícula PM-1, en Palma de Mallorca. Las matriculaciones fueron aumentando 268 vehículos matriculados entre 1900 y 1905. Si os interesa saber más sobre los primeros años de matriculaciones de vehículos en nuestro país, os recomiendo echar un ojo a este documento de la DGT.
El 23 de julio de 1918 se aprueba el Reglamento para la Circulación de vehículos con motor mecánico por las vías públicas de España. El documento contiene ligeras modificaciones respecto al de 1900.
En 1926 llega el primer Código de circulación a nuestro país, en el que se establecen acuerdos internacionales para la circulación por las carreteras tales como la necesidad de señalar la presencia de los vehículos con una luz blanca en el frontal y una roja en la parte trasera durante la noche y el convenio de unificación de las señales en carreteras de Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Italia y Hungría entre otros. Lo más destacable de este documento es la llegada del carnet de conducir, era necesario tener entre 18 y 77 años (Las mujeres necesitaban autorización de su padre o marido), saber leer y escribir y conocer el código de circulación. Por aquel entonces ya te podían retirar el carnet por ir ebrio, la primera vez se procedía a la retirada del permiso de conducción durante un mes, la segunda vez dos meses y a la tercera vez se producía la retirada definitiva.
Este código sufrió pequeñas modificaciones en 1928. Será en 1934 cuando se redacte la reglamentación de tráfico más extensa y detallada hasta el momento que estará en vigor hasta 1959, año en el que se funda la DGT y la incorporación de la Guardia Civil a la vigilancia del tráfico.
El código de 1959 estuvo vigente hasta el año 1989, año en el que se publica la Ley 18/1989, de 25 de julio, de Bases sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Su modificación más sonada en estos años ha sido la llegada del carnet por puntos en la Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.
Podéis encontrar más información sobre la historia del código de circulación en España en la web de la DGT, los recortes de prensa los podéis encontrar en la web del proyecto Aracne de Fundeu y la imagen la he sacado de la web de estudio7valencia.
Ser ginecóloga en la Edad Media no debía ser una tarea sencilla. Y si no, que se lo digan a Trotula di Rugiero (también conocida como Trotula de Salerno). No se sabe a ciencia cierta su fecha de nacimiento ni defunción pero se cree que fue entre los siglos XI y XII. Tuvo la oportunidad de estudiar en la escuela de Salerno, el primer centro que permitió el acceso a la mujer a la formación médica. Lo que está claro, es que la medicina era cosa de familia. Tanto su marido Giovanni Platearius como sus dos hijos practicaron la medicina.
Su mayor legado fue el Passionibus mulierum curandorum o "tratamiento de las enfermedades de mujeres", también conocido como Trotula Major. Más tarde se le incorporó de Curis Mulierum o "la cura de las mujeres" y De Ornatu mulierum o "la cosmética/ornamentación de las mujeres", más conocida como Trotula Minor. Los dos primero tratan con temas relacionados con la salud mientras que el último sobre los cuidados de belleza para las mujeres. Para que os hagáis una idea de la magnitud que adquirieron estos libros, fueron usados hasta el siglo XVI en muchas universidades. Hay cerca de cien manuscritos de estos textos que fueron copiados entre el siglo XII y XIV, llegando a encontrarse versiones en irlandés, catalán, francés, inglés, alemán y flamenco.
Como en todo en esta vida, el que no corre vuela. Fueron muchos los que plagiaron esta obra, incluso llegando a añadir material propio como es el caso de la versión publicada por Vicotio Faventiro en 1554. Este autor no se corta en añadir invenciones propias "para la Gloria de la Repúbica Veneciana y del Papa reinante"
En el siglo XIX y principios del XX llegó el momento en el que a alguien le molestó que una mujer pudiera escribir sobre estos temas. El historiador alemán Conrad Hiersemann afirmó en 1921 que era un libro erótico firmado por un hombre, Trottus, que se ocultaba bajo un nombre falso. Y con él, otros se subieron al carro para desacreditar la obra de esta mujer.
¡Una mujer que se ocupa de la sexualidad femenina, del embarazo, del parto, y según el apartado teórico de su tiempo, el siglo XI, íntimamente vinculado a la práctica, no puede ser más que un hombre, y de otros tiempos!” Pina Cavallo Boggi: Introducción a Trotula de Ruggiero
Parece que por aquel entonces levantaba llagas que una mujer pudiera enseñar y tener conocimientos de ginecología. ¿Acaso no tenía la capacidad de hacerlo y era necesario desacreditarla e intentar demostrar de todas las formas posibles que era un hombre? Nadie mejor que una mujer para hablar de estos temas, teniendo en cuenta que en aquella época muchas no se atrevían a mostrar sus partes íntimas ante un médico, tal y como lo recoge en el libro Espejos: una historia casi universal de Eduardo H. Galeano.
No todo iban a ser críticas y desacreditar el nombre de Trotula, la doctora Hurd-Mead (1888-1949) describía así su obra:
“Se nota la mano suave de la mujer doctora en cada página. Está lleno de sentido común, es práctico, está al día para su época, de hecho se adelanta mucho al siglo XI en cuanto a la cirugía y los analgésicos, así como en el cuidado de la madre y del niño en el periodo posparto. Nunca se ha escrito un libro tan bueno en su tipo, y ningún otro le siguió por siglos enteros.”
Fue la primera en describir cómo coser los desgarramientos después del parto, la manera de impedirlos y una serie de pautas para actuar en los partos difíciles. Habla de la amenorrea (ausencia de menstruación) e incluso de la relación de la menstruación irregular con la dieta, enfermedades o por grandes disgustos. También de la infertilidad sin tapujos y dejando de lado la creencia popular de que era únicamente culta de la mujer y que se trataba “defecto tanto del hombre como la mujer”
El tema que más levantó ampollas en su momento, fue el que trata sobre similar la virginidad en el capítulo "De la forma de apretar la vulva de tal manera que hasta una mujer que ha sido seducida pueda parecer virgen".
El punto de partida se encuentra en una necesidad de conocimiento en este ámbito en las mujeres de la época sin necesidad de recurrir a médicos hombres (hoy en día hemos superado esa barrera pero por aquel entonces no todas estaban dispuestas a mostrar sus partes íntimas). Fue una noble de la época la que le pidió expresamente su escritura, tal y como narra el prólogo de su libro:
“Puesto que las mujeres son por naturaleza más débiles que los hombres, de ello se deriva que en ellas sean más frecuentes enfermedades, sobre todo en aquellas partes que deben cumplir el deber natural. Y desde el momento en que esos males se manifiestan en las zonas más íntimas, las mujeres no se atreven, por recato y por la fragilidad de su condición, a revelar al médico los tormentos provocados por el dolor. Por ese motivo, yo, movida por tales circunstancias a la compasión, y solicitada por una mujer noble, me puse a reflexionar más atentamente sobre las enfermedades que, con bastante frecuencia, afligen al sexo femenino.”
Si os interesa la historia de Trotula, podéis leer más en este libro y en este artícuo de Edmundo Fayanas. También podéis saber más sobre la historia de las mujeres en la ciencia desde la antigüedad hasta el siglo XIX en el libro de Margaret Alic.
La primera imagen es una pintura de John William Waterhouse, la segunda la he sacado de la Wikipedia
Se quitó los vendajes de las manos, las quemaduras estaban prácticamente curadas y comprobó con satisfacción que sus índices y sus pulgares ya no tenían surcos identificables.
Se miró en el espejo y cogió la maquinilla de afeitar. Pronto su cabeza lució completamente rapada.
Reunió en una papelera todos sus documentos, sus ropas, sus objetos personales y les prendió fuego.
Salió al sol ardiente, la capucha del jersey cubría su pelada cabeza. Acababa de cometer un asesinato. Había matado a Luis Fuentes Somoza, el hombre que le había esclavizado, mentido y torturado durante toda su vida. El hombre que nunca había querido ser, el sicario implacable, temido y odiado a partes iguales a ambos lados de la frontera, cuyos días se contaban por muertes desde que, siendo poco más que un niño, asesinó a su padre por dinero y a su madre por lástima.
Esas dos primeras muertes marcaron a fuego el resto de sus días. El dinero y la pena le acompañaron desde entonces como el revólver y el puñal que usaba para acabar sus trabajos, instrumentos en cuyo manejo se fue volviendo todo un virtuoso con el paso de los años, sin darse cuenta de que la lástima y la plata iban sembrando veneno en su corazón. El odio ajeno, reverso del temor que producía en los hombres, nunca le afectó. Luis sabía que su cotización en el mercado mortal que lideraba dependía en gran medida de esos factores. Cuanto más temido fuera, más estarían dispuestos a pagarle esos hombres, que no querían ser eliminados por él, para que matara a sus rivales.
De todos modos, Luis sabía que todos acabarían cayendo bajo su puñal o sus balas. En su negocio sangriento, la muerte solo era cuestión de tiempo. Al menos, la mitad de las muertes. La otra mitad era para él una cuestión piadosa. Así se lo explicaba a Don Gonzalo, su confesor en Aguas Calientes, cuando negociaba con él las penitencias, diciéndole que solo era culpable de la mitad de sus muertos. Por la otra mitad deberían canonizarme, padre, añadía casi en serio. A lo largo de los más de treinta años que la muerte ajena marcó su vida, intentó mantener equilibrada la imaginaria balanza en la que pesaba sus muertes, poniendo a un lado las que le daban para vivir y al otro las que convirtieron la sucesión de sus noches en una interminable pesadilla que jamás le permitió descansar en paz y de la que despertaba siempre empapado en un sudor frío como si el infierno se hubiera congelado en su corazón y con las manos sacudidas por unos temblores que apenas le permitían servir un largo vaso de tequila, turbio como su memoria.
Pero llegó el día en que Luis ya no supo a quién mataba por dinero, a quién por lástima y a quién, como si sirviera de algo, por mero aburrimiento. Su balanza interior se desequilibró, luego se rompió, luego se convirtió en una ruleta. La costumbre de matar, porque uno siempre se acostumbra a aquello que hace bien, se convirtió de pronto en un paisaje desconocido. Hasta aquella noche en la que entró a hierro y fuego en el rancho de Mr. Brown, cobrándose más de cincuenta almas entre puñaladas y balazos. Nada nuevo en la vida de Luis Fuentes Somoza, nada inesperado había tampoco en las muertes de aquellos hombres que sin saberlo le habían llamado.
Pero el amanecer lo sorprendió apuñalando una y otra vez el cuerpo de una niña, muerta ya horas antes, sin saber por qué lo hacía. Sin saber siquiera si era él el que se había cobrado esa vida o solo la había encontrado así y ahora intentaba remendar su cuerpo a puñaladas, sin saber cuáles daba por odio y cuáles por miedo. A continuación se encontró frente a un espejo, frotándose la cara con las manos ensangrentadas, como si así pudiera borrar ese llanto que no sabía cuándo había empezado.
Decidió que esa sería su penúltima muerte. La última habría de ser la suya propia. Salió al sol ardiente, la capucha del jersey cubría su pelada cabeza. Luis Fuentes Somoza ya no era más que uno de tantos desaparecidos en la guerra eterna que sacudía la frontera. Acaso un día encontrarían un cadáver desconocido y algún policía hambriento de fama mordería su nombre para adjudicarse el muerto. Al carajo con todos ellos. Empezaba a sentir que nunca había sido Luis Fuentes Somoza, pero aún no sabía quién iba a ser en el futuro. Tan preocupado como estuve de matar mi pasado, de matar al otro, al que nunca quise ser, había olvidado pensar en quién sería a partir de hoy, en mi nueva vida, cómo sería el hombre que nacía de las cenizas de unos documentos quemados en una pensión de frontera.
El roce de la capucha contra mi cabeza afeitada resultaba agradable y daba ganas de imaginar. Hacía calor, pero no demasiado. Pensé en una cerveza y calle adelante vi un bar, esquinado con un callejón. Me dirigí hacia allí, pensando quién iba a ser el hombre que entrara en ese bar, a quién iban a ver los desconocidos con los que me encontrara allí. Necesitaba un nombre, una historia, un pasado. No podía tener un futuro, ni siquiera un presente, si no tenía un pasado. Cómo pude ser tan estúpido y olvidar todo eso. Cómo pude tener tanta prisa por morir.
De pronto, el futuro perdió toda su importancia cuando el gran coche negro se detuvo ante la puerta del bar.
INGREDIENTES:
✔ Un líder de una mafia criminal organizada (bién madurito)
✔ Un líder de la patronal
✔ Una ministra de trabajo
✔ Un presidente de CCOO
✔ Un presidente de la UGT
✔ Un medio de desinformación manipulada
PREPARACIÓN
Paso 1
"Colocar" a los dos presidentes de los sindicatos en una cazuela con agua, marisco y regarlo con buen vino, "cocer" a fuego lento.
Paso 2
Una vez bien "cocidos", se añade la ministra para marcar adecuadamente cada punto del Convenio en pro de sus intereses.
Paso 3
Aliñar la mezcla con los presidentes de la mafia y la patronal e introducir el preparado del Convenio en el horno.
Paso 4
Sacar el Convenio Colectivo del horno, emplatar refinadamente y servir la mejor porción en portada (bien calentito).
Hace un par de semanas que tuve el placer de acudir como invitado a la fiesta de cumpleaños de un amigo. Francisco (nombre ficticio) es un buen hombre; agradable, serio, trabajador y educado. Le gustan las monterías, el golf, la música clásica y el baile. Siempre que puede gusta de exhibir su habilidad con el tango y el vals, y desde la simpatía y naturalidad, habla de los múltiples trofeos de caza que cuelga en su casa. Tiene una casa de campo en la que disfruta mimando a sus caballos y pasando el tiempo con su numerosa familia.
Como este último aniversario llegó a lo que se suele llamar una cifra redonda, decidió celebrarlo con una fiesta por todo lo alto a la que fueron invitados su familia y sus amigos más próximos. Como hombre religioso que es, y puesto que la fiesta se celebró en domingo, una de las partes de la celebración consistió en una misa organizada en la capilla que conserva en su finca, oficiada por uno de los párrocos de la ciudad.
La misa fue breve, pero completa. El señor cura destacó en un par de ocasiones la asistencia al evento que, según él, era mayor que la congregación de fieles en el oficio que había celebrado unas horas antes en la moderna y espaciosa parroquia de su barrio. Además, se le veía agradecido de que todos los asistentes respondieran a la llamada de los textos y a la etiqueta propia del evento religioso.
Dando paso a las lecturas, uno de los familiares de Francisco leyó un fragmento de Corintios en los que se avisaba de los peligros del placer carnal (1 Corintios, 6), y otro de los más jóvenes pronunció un sentido texto pidiendo a Dios por el bienestar de su pariente y por la unidad de España. La Consagración (para el que no sea religioso, es el momento en el que el cura pronuncia las mismas palabras que Jesucristo dijo a los doce apóstoles en la Última Cena) estuvo acompañada por los acordes del himno nacional, a cargo de un grupo de músicos invitados al evento. La Comunión se alargó más de lo común, puesto que la inmensa mayoría de asistentes (unos cien, a ojo) participaron en el recibimiento de la hostia bendita.
Tengo que decir que todo esto me sorprendió, puesto que, al no ser yo una persona religiosa y moverme por otros, digamos, "ambientes", y a pesar de oir continuamente referencias a la existencia de este tipo de personas, con sentimientos patrióticos fuertemente arraigados en la fe cristiana, nunca había tenido la oportunidad de ser testigo de uno de sus ritos sociales. Ojo, no me malintepretéis; agradezco enormemente que Francisco me haya permitido formar parte de su gente en un día tan especial para él, bien acompañado con buena música, delicioso jamón, excelente cava (no catalán, dejémoslo como detalle) y un ciervo asado tan jugoso como exquisito. También de conocer a su extensa familia y otros amigos, y disfrutar de conversaciones en torno a la música, el cine, el maltrecho estado del campo y sus poco protegidos bosques, y todo mediante la absoluta ausencia de política. Al fin y al cabo, parecían evidentes las convicciones personales de los allí congregados, y sería redundante e innecesario discernir sobre la situación política actual, así que todo lo que pude oír fueron un par de chistes sarcásticos con intención ridiculizante sobre pertenecer al partido de Pablo Iglesias (Turrión).
¿Y por qué os cuento todo esto? Pues para mostrar, de una manera experiencial, la realidad de una parte social e ideológica de este país. Francisco es ese buen compañero, al que no se le conoce crítica sin mesura, que rara vez hace apología de sus opiniones, y que aparenta estar abierto a todo tipo de ideas. Como si no necesitara justificarse de sus convicciones, o hacer al mundo participes de ellas de forma explícita. Pero ahí están, y no es un caso aislado.
En fin, que le deseo a Francisco muchos años de buena salud, que yo pueda verlos, y que sigamos disfrutando de nuestra amistad. La pregunta que me queda y que me hace sentir incómodo es: ¿sería prudente que yo le invitara a mi fiesta de cumpleaños?
La pregunta en sí es estúpida, no cabe duda. Pero de preguntas estúpidas también se pueden obtener respuestas inteligentes, y cero que este es un buen sitio para ello. Tomáoslo como queráis.
Para mí, la principal cuestión que tenemos que resolver en este país, o al menos una de ellas, es de quién es el dinero público.
Primera opción, no es de nadie. Si no es de nadie, como algunos afirman, creen, o suponen de manera tácita (aunque no se den cuenta de manera explícita), entonces no hay razón para oponerse a una subida salarial el 25% para los funcionarios.
Sólo un verdadero miserable se negaría a que los demás ganasen más, y además, no se trata de oponerse a que los demás vivan mejor, sino que hay que intententar mediante la lucha que nos alcance a nosotros esa mejora.
Esto, por supuesto, está muy bien, cuando se entiende que el dinero público no es de nadie, y que lo que los empleados públicos reciben proviene de alguna especie de limbo.
Segunda opción, es de todos: si el dinero público es de todos, entonces no me puede parecer bien que se reparta a manos llenas. En ese caso, si pienso que es de todos, trataré de ver dónde se requiere una subida, dónde no, y qué partes del sector público deben ser potenciadas.
hasta el día de hoy, el problema de los salarios públicos es que los negocian unos sindicatos que pelean por lo suyo contra una patronal a la que se la sopla, porque va a pagar con una chequera que no es suya y que además remunera en votos.
Por eso los funcionarios tienen mejores condiciones, mejores salarios, moscosos, días libres y demás. No os engañéis: no es porque hayan sacado una oposición, sino porque negocian con tipos que no tienen el menor interés en negarse a nada ya que ellos mismos van a aprovecharse de esas mejoras en un momento u otro.
¿De quién es el dinero público? Cada cual tiene su idea, aunque luego no coincida con su discurso. Pero hay una cosa que está clara. Casi invariablemente, en los países donde se respeta el dinero del contribuyente, la brecha entre salarios del sector público y el sector privado es a favor del sector privado. Donde los contribuyentes son tratados como simples vacas lecheras y el dinero público no es de nadie, se cobra más en el sector público que en el privado. Invariablemente.
Y no me extraña: a mi también me gustó siempre quedar de generoso con lo que no era mío.
¿A quién no?
Una amenaza de atentado contra el presidente, parece que por un nacionalista español. ¿Se considera terrorismo? ¿Los actos como el de Ciudadanos en Alsasua; o los que se celebran en el Valle de los Caídos se pueden tipificar como enaltecimiento del terrorismo? ¿O para considerarse terrorismo el agresor tiene que ser de izquierdas ?
¿Qué diferencia hay entre lo que se le acusó a Otegui (enaltecimiento del terrorismo en un acto político); y el que Ciudadanos realizo en Alsasua? ¿O los actos que realizan algunos grupos ultras protegidos por la policia, en lugar de siendo detenidos?
"Que el caso del francotirador detenido que quería asesinar a Pedro Sánchez se investigue en un juzgado ordinario y no en la Audiencia Nacional contrasta con casos de delitos de opinión relacionados con terrorismo que desembocaron en algunas sonadas condenas, como las de la tuitera Cassandra y el rapero Valtonyc."Público.
¿Lo que Inda y Losantos dicen en los medios, si aplicamos los mismos criterios que a la izquierda abertzale, no incurre en enaltecimiento del terrorismo (de derechas)?
Y una pregunta inquietante: ¿Cuantos terroristas ultras durmientes, podría haber en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, disponiendo de armamento?
Este es el enlace al artículo original, escrito por @priorat
Y hay palos para todos. Incluso para mí. Si estás pensando en votarme negativo, al menos léeme hasta el final.
¿Porque el frente popular de Judea no podía aliarse con el frente del pueblo judaico? ¡Porque son unos disidentes!
Ese es el verdadero problema de la izquierda. Y no otros. Que las diferencias en ideología no son el verdadero problema. O no son lo suficientemente radicales o no son suficientemente radicales. Y siempre, siempre, la culpa de que no les vote es que no son los suficientemente puros ideológicamente. ¡Disidentes!
La vida de Brian no es tan solo una genial comedia de Monty Python y crítica a la religión. También es una sática a la política, en la cual, diferencias que son invisibles e irrelevantes para alguien de fuera, suponen una barrera insuperable desde dentro. Lo que se llama el narcisismo de las pequeñas diferencias.
Vemos un ejemplo en el artículo original. Los partidos de izquierda no son lo suficientemente radicales y se han separado de la verdadera izquierda. No luchan por los obreros. O por lo menos parece que no lo hacen. No están donde Deberían Estar.
Otro ejemplo es que explica muy bien @Varlak, demasiado radicalismo en temas que no entendemos o nos interesan. No se preocupan lo suficientemente de mi y de mis intereses. O yo mismo, se me ocurre creer que si no tienes mis mismas ideas sobre ideología de género, es que no eres suficientemente izquierdista. Eso yo lo he dicho y lo lamento mucho.
Todos somos culpables, y los partidos de izquierda, más. Recordemos lo que se montó en el PSOE para evitar un pacto con Podemos. O la intolerancia dentro de Podemos con sus líneas rojas. Todos piensan que el otro es el disidente. O demasiado radical rojo peligroso o vendido al capital. Nunca es la Verdadera Izquierda en su justa medida.
No todo van a ser palos. Véase ahora ejemplos de gente con objetivos claros. No digo ideas ni ideología, sino objetivos. ¿Alguien cree que el PP va a tener problemas con Vox para llegar a un acuerdo? Claro que habrá negociaciones, pero está claro que llegarán a un acuerdo. No porque estén de acuerdo en todo, no porque no desearían lanzarse al cuello del otro con un cuchillo, sino porque tienen el objetivo claro: quitarle Andalucía al PSOE.
Lo mismo ocurre con este usuario, @Feindesland. Un republicano de derechas que lo tiene muy claro en cuanto objetivos: sabe que la mayoría del republicanismo es de izquierdas, así que obviamente, antes súbdito del monarca que beneficiar a la izquierda. Y se ha llevado críticas muy negativas por ello. Por mi parte, un aplauso y un abrazo: tienes tus ideas y objetivos muy claros, al contrario que la gran mayoría de la izquierda. Sabes que votando a los actuales partidos monárquicos, no lograrás tu sueño, pero eso no es lo importante, eres lo suficientemente pragmático para saber que mejor que gobierne un partido que, aunque haga cosas que no te gustan, incluso que te parezcan una auténtica traición a las ideas que tengas, sea de los tuyos, mejor eso que dejar que gobiernen otros con los que estás completamente en desacuerdo. ¡Un aplauso sincero!
Y no todo es culpa de la izquierda. Los medios de derechas ya se han encargado bien en promover la división. El movimiento obrero odia al feminismo, y el feminismo odia al movimiento obrero. Los comunistas odian a los progres y los progres no se juntan con los comunistas. El propio Feindesland lo deja claro:
"La izquierda monta un pack, proque la gente vota y se identifica pro pack. Para combatir a la izquierda hay que combatir el pack."
¡Uno de derechas nos revela su estrategia! ¿que habría que hacer? bueno, mejor dejarnos de luchas internas, ¿no? Volviendo a lo que he llamado antes el narcisismo de las pequeñas diferencias, a un votante de Vox le da igual que seas comunista o feminista, ambas ideologías le parecen igual de despreciables. Igual. Reflexionemos.
Y a ti meneante lector, Gracias por leer hasta aquí. Si crees que soy un disidente errado que se merece un negativo, adelante. No me necesitas. Seguro que el frente del pueblo de Judea es suficiente para acabar con los romanos.
Un nacional ecuatoriano vuelve a su país y pide el abono acumulado de la prestación por desempleo a la que tenía derecho por el tiempo trabajado en España (más de una década). Según la ley, tiene derecho a percibirlo siempre que se comprometa a no retornar a España en 3 años.
Pues bien, el SEPE se lo deniega alegando que está casado con una española y, por ello, si quisiera podría volver a territorio español, al gozar de libertad de circulación. El trabajador replica que, aunque tenga ese derecho, es libre de no ejercerlo y, por tanto, les pide que cumplan la ley, le den la prestación y, si incumple su palabra y vuelve a España antes de 3 años, le obliguen a devolverla.
Como es obvio, no puede aplicarse una presunción de culpabilidad a ninguna persona, y partirse de la premisa de que va a mentir y volver al país una vez cobrada la prestación. Ello, aparte de inconstitucional, carece del menor sentido, pues si incumpliese el SEPE podría detectarlo rápidamente y obligarle a devolverla. Además, la ley marca unas causas tasadas de exclusión del derecho, y en ninguna de ellas se encuentra el estar casado con un español.
Así lo han entendido los Tribunales Superiores de Justicia de Canarias, Baleares, Andalucía y Cataluña, que obligaron al SEPE a dar la prestación a ciudadanos en la misma situación que el protagonista de nuestra historia. Os paso los links a sus sentencias:
www.poderjudicial.es/search/openDocument/b1e85f2bd2f0a12c/20160330
www.poderjudicial.es/search/openDocument/96bb8a0e6b486af8/20150325
www.poderjudicial.es/search/openDocument/d3fb7c7d8240d218/20141223
www.poderjudicial.es/search/openDocument/f5326e07c461306f/20150703
Ayer el TSJ de Murcia rompió esa doctrina y denegó la prestación a este ciudadano, con el argumento de que aunque no se ha probado que haya vuelto a España ni pretendiese hacerlo, en abstracto podía retornar, y ésa es la causa de que pierda todo su paro obtenido durante largos años trabajando en España. Cuando me notificaron la sentencia me quedé casi tan sorprendido como cuando ese mismo TSJ me notificó la que denegaba el derecho de los funcionarios interinos a cobrar los veranos, que posteriormente tumbó el Tribunal Supremo.
La sentencia emplea este párrafo para justificar su apartamiento del criterio del resto de tribunales superiores de justicia:
"Es cierto que diversos Tribunales Superiores de Justicia han llegado a una solución diferente, pero, partiendo de la base de que es una doctrina respetable; sin embargo, no es vinculante para esta Sala, que considera que, ante un asunto complejo, median unas circunstancias específicas que hacen que la consecuencia jurídica sea la que antecede".
Ahora toca recurrir al Tribunal Supremo. La vía es el recurso de casación para la unificación de doctrina, que exige presentar al Tribunal otra sentencia con hechos idénticos pero fallo distinto. El problema es que el Supremo es tan estricto interpretando la identidad de hechos entre sentencias, que inadmite muchos recursos porque, aunque las sentencias sean sustancialmente iguales, hay pequeños detalles irrelevantes que las diferencian. Y eso provoca que si vives en una comunidad autónoma cuyo TSJ tiene la tendencia a dar la razón siempre a la Administración, tendrás menos derechos que si vives en otra cuyo TSJ es más ecuánime. Ojalá en este caso el Tribunal Supremo haga justicia.
Tenemos adelanto electoral. Toca pasar de nuevo por las urnas. Es posible que ningún partido te convenza para entregarle tu valioso voto. Pero estas son unas elecciones críticas, en las que debemos dejar a un lado nuestros elevados principios de moralidad e ir a las urnas, aunque sea con una pinza en la nariz y otra en los pezones.
A fin de cuentas, seguramente estés contra el capitalismo y compres en Amazon, así que ¿que mas da otra incongruencia?
A continuación te relato cinco cosas que pueden ocurrir si no votas en las próximas elecciones.
Uno. España se romperá. Un desgarro en la placa tectónica por la parte de Cataluña desgajará a esta región, que se acabar convirtiéndola en una nueva Atlántida del Mediterráneo.
Dos. Franco resucitará y hará que los muertos se alcen de sus tumbas. Un ejército de no muertos comandados por el Nigromantisimo sembrará el terror y construirá nuevos pantanos.
Tres. Las estrellas se alinearán y aquello que está muerto dejará de yacer eternamente. Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.
Cuatro. El señor oscuro Sauron se hará con el Anillo Único lo que le bastará para someter a España a una nueva época de oscuridad, atándonos a todos, gobernándonos a todos y atarnos en las tinieblas.
Cinco. La IA tomará conciencia de si misma. Un ataque nuclear devastará la península y los supervivientes serán cazados y eliminados por terminators de metal líquido.
De todas estas desgracias se librará el Pais Vasco gracias a los acuerdos que el PNV logrará sacar adelante.
Así que ya sabes. Si quieres evitar estas desgracias, vota.
Con esta de la protección de datos se encuentra uno con situaciones que empiezan a desafiar la lógica.
Un tío me manda un mensaje y me dice que puede contener información confidencial que no puede ser transmitida a terceros, y yo me tengo que conformar. Se supone.
Y sin embargo, sigo convencido de que los mensajes son propiedad de su destinatario, y que si yo quiero publicar mis memorias, por ejemplo, puedo incluir en ellas las cartas que he recibido, pero no la copia de las cartas que he enviado a otras personas.
No creo que sea normal que alguien te pida, legalmente, que guardes secreto sobre sus cartas. Te lo puede pedir por cortesía o educación, peor no legalmente, sobre todo si el mensaje o carta no ha sido solicitado.
En el caso de los presupuestos ya lo veo más problemático. No estoy seguro de que una empresa pueda impedir que comparta con terceros un presupuesto que he solicitado. Pero en las comunicaciones personales, que el emisor pretenda mantener derechos sobre la carta me parece aberrante.
¿Algún entendido en la sala? (@livingstone85 ? @pasapollo ? )
¿cómo lo veis?
Parece una chorrada, pero la respuesta a esta pregunta está detrás de muchos aciertos y errores, detrás de muchas euforias y depresiones y, sobre todo, detrás de la respuesta que damos a muchas preguntas.
Hay gente que a los cincuenta años aún se acuerda de una humillación que sufrió en el colegio, o de la semana que participó como actor, a los veinte, en una compañía de barrio. La identificación con aquella versión de él mismo llega al punto de hacerse una tarjeta en la que figure su nombre y la palabra actor debajo.
Otro, en cambio, ven su anterior trabajo de mecánico de camiones, abandonado hace cinco años, como algo alejado y que pertenece a la biografía de otra persona, porque ya no se sienten identificados con lo que fueron, ni con las ideas y las aspiraciones de aquel que fueron ellos mismos hace tan sólo cinco años.
Todos cambiamos, pero no todos interiorizamos del mismo modo ni al mismo ritmo esos cambios y lo último que cambia es la percepción de nosotros mismos. Hay quien tiene un día de la bisagra, o de la mudanza, y hay también quienes se convencen de que han seguido siendo los mismos con pequeñas modificaciones que no cambian la esencia ni tampoco la identidad.
¿Pero qué es lo más sano? ¿Aferrarse a lo que fuimos, manteniendo inmutable nuestra identidad, como si de una bandera se tratase, o reconocer que ya no nos gusta lo que nos gustaba, no nos mueve lo que nos movía y a los mejor ni siquiera saldríamos de copas con el que fuimos hace veinte años?
No lo sé. No vengo a dar una respuesta. Vengo sobre todo a leer, si queréis, vuestras opiniones sobre el tema.
Para esto, creo yo, y no para debates políticos estériles, es para lo que están comunidades como esta.
Gracias de antebrazo.
Lo peor que le puede pasar a un nazi de pura casta no es encontrarse en la cama con una chica judía o encontrarse con que predica virilidad mientras alguien le está soplando la nuca. Esas cosas ya les pasaron a tipos como Goebbels y Röhm, y a nadie le importó gran cosa.
Lo peor que le pude pasar a un nazi no es tampoco predicar sobre la raza nórdica y ser moreno, o exigir un físico perfectamente atlético y ser un alfeñique, o un gordo mórbido. Esas cosas ya les pasaron a Hitler, a Himmler y a Göring, y tampoco fue más allá de un par de chistes.
En realidad, lo peor que le puede pasar a un nazi es descubrir que se llama nacionalsocialista cuando en realidad es regionalsocialista, porque su nación es en realidad un departamento administrativo con ínfulas. Lo peor que le puede pasar a un nazi es descubrir que su nación es chiquitita y ridícula como su acerbo racial, minúscula como su influencia exterior e insignificante como sus hechos en los manuales de Historia Universal.
Lo peor que le puede pasar a un regionalsocialista es que le pregunten dónde coño esta su Reich, para poder buscarlo en Google Maps, o cuántos hablantes tiene esa lengua en la que basa su supremacismo, o si su bandera es la de este o de aquel club de fútbol.
Lo peor que le puede pasar a un reguionalsocialista es descubrir que con buenas pierdnas y algo de entrenamiento, puede salir de su Reich en un par de días a los sumo, y hacerlo en plan verde y sostenible: pedaleando en bicicleta.
Porque para una nazi, el tamaño importa.
menéame