“Realmente no sabemos cómo reformar nuestras propias instituciones para actualizarlas y que funcionen. Y esa es una situación bastante aterradora. Así que, básicamente, por defecto, ya estamos muertos”
“La situación de partida es que nos enfrentamos al calentamiento global y al agotamiento inminente de los recursos, y no tenemos solución. Ninguna de nuestras instituciones civiles planifica a más de unas pocas décadas de antelación, y todas nuestras proyecciones, de alguna manera, terminan en 2100”