#13 Tenemos tan interiorizado que si no tenemos una suscripción a todas las plataformas de streaming no podemos ser felices, que damos por válido el no tener hijos si creemos que ellos no podrán tenerlo.
Cuando la felicidad no tiene nada que ver con el materialismo.
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#2 "La falta de una pareja estable y la precariedad laboral son algunas de las principales razones por las que se pospone la maternidad"
No sé. Cuando el artículo dice que la precariedad laboral es un importante motivo para no tenerse hijos, está presuponiendo o implicando indirectamente que a los hijos no se les debería hacer nacer en la pobreza o la precariedad, o que está mal hacerlo, lo cual debemos considerarlo aporofobia si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, porque esa presuposición deja en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España, en forma de pensiones, tanto como esas personas progenitoras los agradecen a sus padres, en la misma forma.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole (¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si dicha persona considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?). Si los vasallos proletarios españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.