Cuando leí La Naranja Mecánica pensé en qué se habría fumado Anthony Burgess para pensar que en el futuro la violencia podría ser una diversión. Qué visionarios son los autores de ciencia ficción, que casi siempre acaban acertando. Y eso hace que me dé miedo que haya tantas novelas de distopías futuristas.
Esta mañana se ha realizado un acto de protesta por la desecación: una cadena humana llevando agua del mar con cubos. www.youtube.com/watch?v=lwGbA-Ss3ss