Portada
mis comunidades
otras secciones
¿Cuánto arriesgamos cuando ponemos en marcha un nuevo proyecto? ¿Cuánto nos jugamos cuando dejamos que nuestra imaginación vuele demasiado alto, sentimental, laboralmente? ¿Y qué pasa cuando nos damos la torta, y caemos de bruces contra una realidad que no es la que vivía en nuestras cabezas?
Este artículo es diferente a todo lo que he escrito antes. No es un reportaje al uso: dejó de serlo el día en que mi implicación periodística en el objeto de mi estudio superó de lejos los límites de lo profesionalmente razonable. Hoy vengo a contaros una historia: la de mi experiencia desde el corazón del movimiento ’15-M’ y más específicamente desde Democracia Real Ya. Escribo ’15-M’ entre comillas y lo hago por una razón: para mí, el 15-M que conocimos está desapareciendo.