Lo curioso es que quienes denuncian términos como “pelobrócoli” o “pagapensiones” son los mismos que normalizaron expresiones como “facha” o “cayetano” para deshumanizar a media España. El problema no es el lenguaje; es quién lo usa. Cuando los apelativos sirven para ridiculizar al que no piensa como ellos, todo vale. Pero si se usan para señalar realidades incómodas de la inmigración descontrolada, entonces es “odio”. Qué casualidad.
Pero los responsables de dar esa educación son ellos, no? Cuándo van a parar de hacerse las víctimas y simplemente trabajar como hacemos el resto de mortales?
#6 El napoleoncillo este quiere volver a intentar lo mismo que sus lamentables antepasados: llenarlo todo de sus ejércitos con cualquier excusa y luego invadir. Francia siempre ha sido un quiero ser un imperio y no puedo. Su mayor dolor: que en toda América se hable Español y no gabacho. No lo soportan, por eso calzaron lo de "Latinoamérica", para diluir cualquier rastro de España. Siempre ha sido Hispanoamérica.
Ndongo es el típico autoritario que si tuviese poder en un régimen autoritario te metería, con suerte, en la cárcel por no pensar igual que él, si no se tiene suerte también se conocería lo que iba a suceder.
Pico y pala señores, pico y pala.
Alguna curva a la derecha.
Naturalmente "golfo", "calvo", "pajero", "polla herida"; no la van a llamar.
-¿Trabajo estable?
No, trabajo es work, table es mesa.