Se repite la historia de la Alemania de Bismark con el Partido Comunista Alemán, donde por un lado estaban los revolucionarios, como Rosa de Luxemburgo, y por otro el ala reformista encabezada por el Tsipras de la época, Bernstein.
Finalmente ganaron los reformistas y todos sabemos como acabó aquella Alemania: Dominada por el fascismo más extremo. De nuevo volvemos a ver repuntes de partidos fascistas, de conductas xenófobas y de partidos revolucionarios que acaban convirtiéndose en reformistas (como Podemos).
Esperemos que de esta hayamos aprendido y consigamos revertirlo a tiempo
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#3 Hay que ser un mierda y un mediocre para hacer eso. Esos policías municipales son un auténtico fraude para los ciudadanos, porque en lugar de hacer el trabajo por el que cobran, se ponen a perseguir a los más débiles.