#2 Mi abuelo también perteneció a dicha quinta. Tampoco quiso contarme historias de la guerra. De niño le insistí mucho, pero nada. Tenía un tatuaje carcelario de una flor en el brazo de después de la guerra. La única historia que me contó fue de que con el hambre que pasaban, cazaban lo que podían. Una vez cazando un conejo (a la carrera, no con fusil), un compañero y él cruzaron sin querer las líneas enemigas. Cuando los otros muchachos los vieron les gritaron y pudieron volver a su trinchera sin conejo pero con vida. Al día siguiente los otros muchachos fueron sustituidos por la guardia civil. Me contó que ellos lo hubieran matado sin dudarlo un segundo. Tuve suerte de conocerlo. El estaba con la CNT y toda la vida trabajó en el ramo del metal haciendo cruces cristianas. Siempre fiel a la clase trabajadora jamás quiso ser jefe de área ni nada más que operario en toda su vida laboral. Descansa en pau, avi, sempre t'admiraré.
#5 Han pasado tantos años (era un niño cuando lo contó en unas navidades) que hasta dudo de mi memoria. Si alguien ha visto Tierra y Libertad, por favor que me confirme que no és una escena de la película. Si fuera así me cagaría en mi cerebro. Flaco favor le haría a mi abuelo con recuerdos falsos.