#2 sin obviar la dimensión económica de la decisión de no alertar, yo buscaría motivos más triviales.
Desde hace una década la bandera de la derecha es el malismo. Avisar a la población de a una riada sería abocarse a un juego discursivo en el que no quieren entrar. Véase:
- que los servicios públicos son fundamentales y requieren financiación.
- que el cambio climático no es ningún cuento.
-que ayudarse mutuamente y crear comunidad es saludable.
El modelo de gestión de la derecha en catástrofes es el mismo que el de la pandemia o el de los incendios de Castilla: sálvese quién pueda y que el mercado te lo afine.
Lo contrario es wokismo o pitidos orwellianos como diría algún periodista.
No es un error, es la forma de gestionar que conscientemente han decidido.
El fascismo, la fase terminal del neoliberalismo, prioriza "joder al prójimo" frente a la cuenta de resultados.
Si nos fijamos en USA (ejemplo a seguir de nuestras derechas patrias), las guerras económicas con sus aranceles, el secuestro y desaparición en masa de inmigrantes, la invasión de ciudades por la guardia nacional, etc, no se explican por motivos económicos.
Desde hace una década la bandera de la derecha es el malismo. Avisar a la población de a una riada sería abocarse a un juego discursivo en el que no quieren entrar. Véase:
- que los servicios públicos son fundamentales y requieren financiación.
- que el cambio climático no es ningún cuento.
-que ayudarse mutuamente y crear comunidad es saludable.
El modelo de gestión de la derecha en catástrofes es el mismo que el de la pandemia o el de los incendios de Castilla: sálvese quién pueda y que el mercado te lo afine.
Lo contrario es wokismo o pitidos orwellianos como diría algún periodista.
No es un error, es la forma de gestionar que conscientemente han decidido.
El fascismo, la fase terminal del neoliberalismo, prioriza "joder al prójimo" frente a la cuenta de resultados.
Si nos fijamos en USA (ejemplo a seguir de nuestras derechas patrias), las guerras económicas con sus aranceles, el secuestro y desaparición en masa de inmigrantes, la invasión de ciudades por la guardia nacional, etc, no se explican por motivos económicos.