Disforialípticos y desaforados

- Qué podemos hacer, señor presidente, no encuentro una salida.

- El caso es muy sutil, y está hilvanado como una filigrana maquiavélica.

Basándose en mis declaraciones de los últimos ocho años, han ido añadiendo pequeñas enmiendas y validando la aprobación de estatutos sin importancia, que no tienen valor por sí mismos, pero en conjunto consiguen dejarme como un machista a los ojos de la ley, y lo que es peor, en una condición que excede mi aforamiento...

- Los tiempos para revertir cualquiera de ellas exceden todos los plazos.

- Sólo queda una solución, una jugada maestra en la que ellos no han caído: declararme mujer.

- Pero señor presidente, qué va a pensar su esposa, y más después de lo de...

- Los caminos del señor son inescrotables, y además estaré tremenda en el congreso.

- Al candidato opositor le va a dar algo.

- Verás cuando le cante el Happy Birthday...