Hace 7 años | Por --256178-- a sinembargo.mx
Publicado hace 7 años por --256178-- a sinembargo.mx

“Me gustaba la carne y los productos que se elaboraban en casa a raíz de la matanza, pero lo cierto es que desconocía que nos podemos alimentar de otra manera. Los animales estabulados en granjas se reparten en diferentes cuadras que se van quedando más y más pequeñas conforme crecen. Recuerdo claramente como en la etapa final del engorde el estrés les llevaba a pelearse y no solo acababan heridos, sino que los más débiles morían, pero no a causa de las heridas, sino por el sufrimiento padecido. Les fallaba el corazón”.