China está dejando atrás sus camiones diésel más rápido de lo previsto, y lo está haciendo a lo grande. Lo que parecía un proceso lento y dependiente del gas natural licuado (GNL), se ha convertido en un avance decidido hacia los modelos eléctricos, con un impacto que podría alterar los mercados energéticos globales. en la primera mitad de 2025, el 22% de las ventas de camiones pesados fueron eléctricos, frente al 9,2% del mismo periodo en 2024. Y esto es solo el comienzo. Las previsiones apuntan a un 46% a fin de año y un 60% en 2026.