En marzo de 2015, tras abandonar La Nevera Roja, Íñigo Juantegui tenía una necesidad: "Estar activo". Después de haber vendido la plataforma de venta de comida a domicilio por 80 millones a Rocket Internet, Juantegui se vio, de la noche a la mañana, "pasando de una vida de estrés a manejar asuntos triviales ya que me había prometido y estaba planificando mi boda". Aunque se mantuvo activo y fundó Revival, "una 'app' que fracasó' para mandarte mensajes al futuro", su siguiente proyecto es más ambicioso: optimizar el transporte de mercancías.